domingo, 5 de julio de 2020

PROPIOS DE LA SANTA MISA DEL V DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS


DOMINGO V DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
II clase, verde
Gloria, Credo y prefacio de la Santísima Trinidad.

EXPLICACIÓN DE LA LITURGIA DEL DÍA

La Epístola y el Evangelio inculcan fuertemente el deber de la caridad fraterna. Seremos responsables ante Dios, no sólo de atentar contra la vida de nuestros hermanos, si lo hacemos, sino también de toda falta a su respecto. Debemos volver bien por mal y ser en todo tiempo obradores de paz. Hemos de sufrir, si es necesario, por la justicia y seguir sin perturbarnos la práctica del bien. Sin esto no hay acceso a Dios. Nuestras relaciones con Dios ordenan nuestra actitud para con nuestro prójimo. Nadie es tan bueno como Dios; nadie ama como Dios ama. Por nuestra parte, también debemos estar llenos de compasión, de amor fraterno y de misericordia. Procuremos, pues, la felicidad de los demás, ya que se nos ha llamado a poseer en herencia la felicidad de Dios.
Es el Introito una ferviente oración que el rey David dirige el Señor para pedirle su auxilio y su fortaleza. Nosotros, como él, necesitamos también que esta ayuda del cielo para vencer a nuestros enemigos: el demonio, el mundo y la carne, los cuales hacen cuanto pueden para apartarnos del amor que le debemos a Dios. Este amor es el que pedimos en la Colecta de la Santa Misa. Amando a Dios en todas las cosas y sobre todo, conseguiremos las divinas promesas que exceden cuanto puede desear el corazón humano. Pero la prueba más sólida de nuestro amor a Dios debe consistir en la caridad para con nuestros próximos. A ella nos exhorta en la  Epístola el Príncipe de los Apóstoles. La unión y verdadera caridad fraterna, concordia y la paz, son virtudes del todo indispensables para conseguir la dicha posible en la presente vida y la felicidad eterna. En el Evangelio se nos manifiesta claramente la voluntad de Cristo respecto de nuestra conducta con nuestros próximos. Hemos de amarlos de corazón, hemos de tratarlos con caridad. Tanto desea Jesús que reine la paz entre los cristianos, que ni le son gratos los más excelentes dones si salen de un corazón enemistado con su prójimo. El Dios de la caridad nada quiere tanto como el  reinado del verdadero amor entre los hombres.

PROPIOS DE LA MISA DEL DÍA (Latín y Castellano)

INTROITO Salmo 26, 7. 9. 1
Exáudi, Dómine, vocem meam, qua clamávi ad te: adjútor meus esto, ne derelínquas me, neque despícias me, Deus salutáris meus. V/. Dóminus illuminátio mea, et salus mea, quem timébo? Glória Patri. Exáudi, Dómine. V/. Glória Patri et Filio et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio et nunc et semper, et in saecula saeculorum. Amén
Escucha mi voz, que te llama, Señor; tú eres mi ayudador; no me abandones ni me desprecies, oh Dios de mi salvación. V/.  El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién habré de temer? V/.  Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre,  por los siglos de los siglos. Amén.

COLECTA
Deus, qui diligéntibus te bona invisibília præparasti: infúnde córdibus nostris tui amóris afféctum; ut te in ómnibus et super ómnia diligéntes, promissiónes tuas, quæ omne desidérium súperant, consequámur. Per Dominum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen.
¡Oh Dios!, que tienes preparados bienes invisibles a los que te aman, infunde en nuestros corazones el afecto de tu amor; para que, amándote en todo y sobre todo, consigamos esas tus promesas, que exceden a todo deseo.  Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

EPÍSTOLA 1 Pedro 3, 8-15
Léctio Epístolæ beáti Petri Apóstoli.
Caríssimi: Omnes unánimes in oratióne estóte, compatiéntes fraternitátis amatóres, misericórdes, modésti, humiles: non reddéntes malum pro malo, nec maledíctum pro maledícto, sed e contrário benedicéntes: quia in hoc vocáti estis, ut benedictiónem hereditáte possideátis. Qui enim vult vitam dilígere et dies vidére bonos, coérceat linguam suam a malo, et lábia ejus ne loquántur dolum. Declínet a malo et fáciat bonum: inquírat pacem, et sequátur eam. Quia óculi Dómini super justos, et aures ejus in preces eórum: vultus autem Dómini super faciéntes mala. Et quis est qui vobis nóceat, si boni æmulatóres fuéritis? Sed et si quid patímini propter justítiam, beati. Timórem autem eórum ne timuéritis: et non conturbémini. Dóminum autem Christum sanctificáte in córdibus vestris.

Lectura de la Carta del Apóstol san Pedro.
Carísimos: Seguid unidos en la oración: sed compasivos, amantes de todos los hermanos, misericordiosos, modestos, humildes: No volváis mal por mal, ni maldición por maldición; bendecid, por el contrario, porque a esto sois llamados, a fin de que poseáis en herencia la bendición. Pues, el que quiere amar la vida, y vivir días dichosos, refrene su lengua del mal y sus labios de las palabras engañosas; huya del mal y obre el bien; busque la paz y sígala. Porque Dios tiene sus ojos sobre los justos, y está pronto a oír sus súplicas; pero mira con enojo a los que obran mal. Y ¿quién habrá que os pueda hacer daño, si os empleáis en hacer el bien? Pero si sucede que padecéis algo por amor a la justicia, sois bienaventurados. No temáis nada de vuestros enemigos, ni perdáis la paz; mas santificad a nuestro Señor Jesucristo en vuestros corazones.

GRADUAL Salmo 83, 10. 9
Protéctor noster áspice, Deus, et réspice super servos tuos. V/. Dómine Deus virtútem, exaudi preces servórum tuorum.
Mira ¡oh Dios!, protector nuestro, a estos tus siervos. V/. Oh Señor de los ejércitos, escucha las ora­ciones de tus siervos .

ALELUYA Salmo 20, 2
Allelúja, allelúja. V/. Dómine, in virtúte tua lætábitur rex: et super salutáre tuum exsultábit veheménter. Allelúja.
Aleluya, aleluya. V/. ¡Oh Señor!, el rey se alegra de tu fuerza y tu ayuda le alegra grandemente. Aleluya.

EVANGELIO Mateo 5, 20-24
Sequéntia sancti Evangélii secúndum Matthǽum.
In illo témpore: Dixit Jesus discípulis suis: "Nisi abundáverit justítia vestra plus quam scribárum et pharisæórum, non intrábitis in regnum cælorum. Audístis, quia dictum est antíquis: non occídes: qui autem occíderit, reus erit judício. Ego autem dico vobis: quia omnis qui iráscitur fratri suo, reus erit judício. Qui autem díxerit fratri suo, «raca»: reus erit concílio. Qui autem díxerit «fátue»: reus erit gehénnæ ignis. Si ergo offers munus tuum ad altáre, et ibi recordátus fúeris, quia frater tuus habet áliquid advérsum te: relínque ibi munus tuum ante altáre, et vade prius reconciliáre fratri tuo: et tunc veniens offers munus tuum."

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
En aquel tiempo: Dijo Jesús a sus discípulos: Si vuestra justicia no es más cumplida que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Habéis oído que se dijo a los mayores: No matarás, Y quien mate merece juicio. Pero yo os digo aun más: quien se encoleriza con su hermano, merecerá juicio, y el que le llame raca,  merecerá juicio del Sanedrín; quien le llame fatuo, merece la gehena del fuego. Si pues, al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí mismo tu ofrenda ante el altar, y ve primero a reconciliarte con tu hermano; y después volverás a presentar tu ofrenda.
Se dice Credo

OFERTORIO Salmo 15, 7-8
Benedícam Dóminum, qui tríbuit mihi intelléctum: providébam Deum in conspéctu meo semper: quóniam a dextris est mihi, ne commóvear.
Alabaré al Señor, que se ha hecho mi consejero. Yo tengo al Señor constantemente ante mis ojos; él está a mi diestra y yo no he de vacilar.

SECRETA
Propitiáre, Dómine, supplicatiónibus nostris: et has oblatiónes famulórum famularúmque tuárum benígnus assúme; ut, quod sínguli obtulérunt ad honórem nóminis tui, cunctis profíciat ad salútem. Per Dominum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus,

Atiende propicio, Señor, a nuestros ruegos y recibe benigno estas ofrendas de tus siervos y siervas; para que lo que cada cual ha ofrecido en honor de tu nombre, les aproveche para su salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios


PREFACIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Vere dignum et iustum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus: Qui cum unigénito Fílio tuo, et Spíritu Sancto, unus es Deus, unus es Dóminus: non in uníus singularitáte persónæ, sed in uníus Trinitáte substántiæ. Quod enim de tua gloria, revelánte te, crédimus, hoc de Fílio tuo, hoc de Spíritu Sancto, sine differéntia discretiónis sentimus. Ut in confessióne veræ sempiternáeque Deitátis, et in persónis propríetas, et in esséntia únitas, et in majestáte adorétur æquálitas. Quam laudant Angeli atque Archángeli, Chérubim quoque ac Séraphim: qui non cessant clamáre quotídie, una voce dicéntes:
EN verdad es digno y justo, equitativo y saludable, darte gracias en todo tiempo y  lugar, Señor, santo Padre, omnipotente y eterno Dios, que con tu unigénito Hijo y con el Espíritu Santo eres un solo Dios, un solo Señor, no en la individualidad de una sola persona, sino en la trinidad de una sola sustancia. Por lo cual, cuanto nos has revelado de tu gloria, lo creemos también de tu Hijo y del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción. De suerte, que confesando una verdadera y eterna Divinidad, adoramos la propiedad en las personas, la unidad en la esencia, y la igualdad en la majestad, la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar a diario,  diciendo a una voz.

COMUNIÓN Salmo 26, 4
Unam péti a Dómino, hanc requíram: ut inhábitem in domo Dómini ómnibus diébus vitæ meæ.
Una sola cosa pido al Señor, y la deseo ardientemente: Habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida.

POSCOMUNIÓN
Quos cælésti, Dómine, dono satiásti: præsta, quǽsumus, ut a nostris mundémur occúltis, et ab hóstiam liberémur insídiis. Per Dominum Jesum Christum, Filium Tuum, qui Tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen.

CONCEDE, Señor, a los que has alimentado con el don celestial vernos limpios de nuestras culpas ocultas, y libres de los lazos del enemigo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

viernes, 3 de julio de 2020

JESÚS A LOS SACERDOTES: TÚ, EL QUE TODAS LAS MAÑANAS PUEDES TOMAR ENTRE TUS DEDOS LA HOSTIA CONSAGRADA


*Nota: Las imágenes y el texto están tomados del blog Como Ovejas sin Pastor (al cual podéis acceder fácilmente clicando aquí) de mi buen amigo Juan Diego Ortega Santana





Déjame que ante todo te pregunte como en otro tiempo a Mis apóstoles: ¿tú quién dices que Soy Yo? Y después de esa pregunta Mía y de la respuesta tuya, igual seguramente a la de Pedro, insto: ¿Y te has puesto a pensar en lo que ese Padre es para Su Hijo y ese Hijo es para Su Padre? ¡Lo que Mi Padre me quiere! 

Junta en una caricia todos los cariños buenos de la tierra de padres a hijos, de hijos a padres, de hermanos a hermanos, de amigos a amigos, reúne en un beso la explosión de todos los besos que han brotado de labios de madres desde el primer día que las hubo, pon en una llama todo el fuego que ha salido de corazones amantes desde el primer momento en que se amaron los hombres, y ni aquella caricia, ni aquel beso, ni esta llama llegarán a ser una sombra del Amor con que Mi Padre me ama. 


              Hablando tu lenguaje humano tan escaso de vocablos que expresen con propiedad lo grande y lo bello, y mucho menos lo Infinito, te diré que, si en Dios cupieran desatinos y locuras, Mi Padre Celestial me quiere hasta la locura y el desatino y tanto que Su única ocupación de Señor Eterno, infinitamente Sabio, Bueno, Poderoso, es esto: recrearse y complacerse en Su Hijo. 


              Y si sigues no escandalizándote de este lenguaje humano aplicado a hablar de cosas tan subidas e inefables, te diré que la Creación entera con sus Ángeles, sus hombres y sus insectos, con sus soles y sus arenas, con sus aires y sus aguas y sus tierras y sus fuegos, y la Redención con sus anonadamientos de Belén, Cenáculo y Calvario, con sus glorias de Tabor y Resurrección, con sus donaciones inefables de Eucaristía, de Virgen Madre y de Iglesia, no son otra cosa que explosiones de Amor del Padre Celestial para Su Hijo. 


               Sí, todo lo del Cielo, lo de la Tierra y lo de los abismos lo puso Mi Padre en Mis manos y lo hizo para Mí y lo sometió a Mi Juicio. (…) ¿No nada en placer tu alma al saber que el mundo con sus distintos reinos y jerarquías, no es otra cosa que un poema cantado y hecho cantar en honor de Su Hijo por el Amor de un Padre infinitamente Bueno, Sabio, Poderoso? ¿No desaparecen de ante tus ojos medrosos todos los miedos y horrores y tenebrosidades de la vida al enterarte de que toda ella no es en definitiva sino el festín de bodas aparejado por el gran Rey a Su Hijo y que toda tu misión en ella es sentarte a gozar del festín, comer de lo que te presenten y cantar?... ¿Comprendes ahora la palabra que tantas veces repetí en Mi Evangelio: TODO, ¿te enteras bien? TODO lo que pidan al Padre en Mi Nombre se lo dará para glorificar a Su Hijo, o bien: Yo se lo daré para que el Padre sea glorificado en el Hijo? 


               Sacerdote, después de meditar lo que el Hijo vale delante de Su Padre, ¿volverás a dejar que entre en tu corazón el miedo o el engreimiento? ¿Tú, el dueño de la llave del Sagrario en que se quedó a vivir el Hijo? ¿Tú, el que todas las mañanas puedes tomar entre tus dedos la Hostia Consagrada que es el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad del Hijo de Dios? Siendo tuyo el Hijo de Dios, ¿te podrá negar algo el Padre Celestial? Y si lo cuidas bien en tu Sagrario, buscándole mucha y buena compañía de almas, y en las almas preparándolas para que Él se sienta a gusto en ellas, ¿has pensado en la gratitud que te guardará Su Padre?
 
Obispo Manuel González, en su libro "Aunque todos yo no"

PROPIOS DE LA SANTA MISA DE LA FIESTA DE LA VISITACIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA


Día 2 de julio
LA VISITACIÓN DE SANTA MARÍA VIRGEN
Conmemoración de san Proceso y Martiniano, mártires
II clase, blanco.
Gloria, Prefacio de la Virgen.

EXPLICACIÓN DE LA LITURGIA DEL DÍA (tomada del blog Como Ovejas sin Pastor, al cual podéis acceder fácilmente clicando aquí, de mi buen amigo Juan Diego Ortega Santana)
La fiesta de hoy se recuerda también en uno de los misterios del Santo Rosario. En la Visitación, Elisabeth conoce el misterio de la Encarnación; Nuestra Señora ejerce su oficio de Medianera de la Gracia con la santificación del Bautista. En respuesta a las palabras de Elisabeth, Nuestra Señora canta el precioso y eterno Magníficat.
Fiesta de origen franciscano, ya que fue iniciativa de San Buenaventura, la instituyó Urbano VI en 1389 para impetrar el cisma de Occidente; al año siguiente, el  nuevo Papa, Bonifacio IX promulgó la Bula "Superni benignitas Conditoris",  con la cual extendía a toda la Iglesia Occidental la nueva festividad mariana.
 <<Lo propio del Espíritu Santo cuando entra en un corazón es echar de él toda tibieza. Él ama la prontitud, es enemigo de las dilaciones, de los retardos en la ejecución de la voluntad de Dios... “María...fue de prisa a la montaña”... (Lc 1,39)
¡Cuántas gracias llovieron sobre la casa de Zacarías cuando entró en ella María! Si Abrahán recibió tantas gracias por haber hospedado en su casa a los tres ángeles, ¡qué bendiciones caerían sobre la casa de Zacarías donde entró el “ángel del gran consejo”, la verdadera arca de la alianza, el profeta divino, Nuestro Señor recluido en el seno de María! Toda la casa se llenó de alegría: el niño saltó en el vientre de su madre, el padre recobró el habla, la madre fue llena del Espíritu Santo y recibió el don de profecía. Viendo a Nuestra Señora entrar en su casa, exclamó: “¿cómo es posible que la madre de mi Señor venga a visitarme?” (Lc 1, 43)... Y María, escuchando lo que su prima le decía en alabanza suya, se humilló y daba gloria a Dios de todo. Confesando que toda su felicidad le venía de Dios “que ha mirado la humildad de su sierva,” entonando este bello y admirable cántico del Magníficat.

¡Cómo no estar colmados de alegría, también nosotros, cuando nos visita este divino Salvador en el Santísimo Sacramento, y también por las gracias interiores, las palabras que diariamente nos dirige en nuestro corazón!>> (San Francisco de Sales)


PROPIOS DE LA MISA DEL DÍA (Latín y Castellano)
INTROITO
SALVE, sancta Parens, eníxa puérpera Regem: qui cælum terrámque regit in sǽcula sæculórum. V/. Sal 44, 2. Eructávit cor meum verbum bonum: dico ego ópera mea Regi. Glória Patri.
SALVE, santa Madre, que engendraste al Rey que rige cielos y tierra por los siglos de los siglos. V/. Me brota del corazón un poema bello; al Rey consagro mis obras. V/. Gloria al Padre.

ORÁCIÓN COLECTA
FÁMULIS tuis, quǽsumus, Dómine, coeléstis grátiæ munus impertíre: ut, quibus beátæ Vírginis partus éxstitit salútis exórdium; Visitatiónis ejus votiva sollémnitas, pacis tríbuat increméntum. Per Dóminum.
TE PEDIMOS, Señor, que des a tus siervos el don de la gracia celestial; a fin de que los que hemos recibido las primicias de la salvación en el parto de la Virgen Santa; merezcamos un aumento de paz en la solemnidad de su Visitación. Por Nuestro Señor Jesucristo.
ORACIÓN DE LA CONMEMORACIÓN.
DEUS, qui nos sanctórum Mártyrum tuórum Prcéssi et Martiniáni gloriósis confessiónibus circúmdas et prótegis: da nobis et eórum imitatióne profícere, et intercessióne gaudére. Per Dóminum nostrum.
OH DIOS, que nos defiendes y proteges con el glorioso martirio de tus santos mártires Proceso y Martiniano; concédenos que nos aprovechemos en la imitación de sus virtudes y podamos alegrarnos con su intercesión. Por Nuestro Señor Jesucristo.

EPÍSTOLA Cant. 2, 8-14.
LÉCTIO LIBRI SAPIÉNTIÆ.
Ecce, iste venit sáliens in móntibus, transíliens colles; símilis est diléctus meus cápreæ hinnulóque cervórum. En, ipse stat post paríetem nostrum, respíciens per fenéstras, prospíciens per cancéllos. En, diléctus meus lóquitur mihi: Surge, própera, amíca mea, colúmba mea, formósa mea, et veni. Jam enim hiems tránsiit, imber ábiit et recéssit. Flores apparuérunt in terra nostra, tempus putatiónis advénit: vox túrturis audíta est in terra nostra: ficus prótulit grossos suos: víneæ floréntes dedérunt odórem suum. Surge, amíca mea, speciósa mea, et veni: colúmba mea in foramínibus petra, in cavérna macériæ, osténde mihi fáciem tuam, sonet vox tua in áuribus meis: vox enim tua dulcis et fácies tua decóra.
LECTURA DEL LIBRO DE LA SABIDURÍA.
Vedlo cómo viene saltando por los montes y brincando por los collados.  Al ligero gamo y al cervatillo se parece mi amado. Vedlo ya cómo se pone detrás de la pared nuestra, cómo mira por las ventanas, cómo está atisbando por las celosías. He aquí que me habla mi amado y dice: Levántate, apresúrate, amiga mía, paloma mía, hermosa mía, y vente al campo;  pues pasó ya el invierno, se disiparon y cesaron las lluvias;  despuntan las flores en nuestra tierra; llegó el tiempo de la poda; el arrullo de la tórtola se ha oído ya en nuestros campos;  La higuera arroja sus brevas; esparcen su olor las florecientes viñas. Levántate, pues, amiga mía, beldad mía, y vente: ¡Oh casta paloma mía, tú que anidas en los agujeros de las peñas, en las concavidades de las murallas, muéstrame tu rostro, suene tu voz en mis oídos; pues tu voz es dulce, y lindo tu rostro.

GRADUAL
BENEDÍCTA et venerábilis es, Virgo María: quæ sine tactu pudóris invénta es Mater Salvatóris. V/. Virgo, Dei Génetrix, quem totus non capit orbis, in tua se clausit víscera factus homo.
BENDITA y venerable eres, Virgen María; que sin menoscabo de tu virginidad, eres Madre del Salvador. V/. Virgen Madre de Dios, el que no cabe en todo el orbe, se ha encerrado haciéndose hombre en tu seno.

ALELUYA
ALLELÚJA, allelúja. V/.  Felix es, sacra Virgo María, et omni laude digníssima: quia ex te ortus est sol justítiæ, Christus, Deus noster. Allelúja.
ALELUYA, aleluya. V/. Feliz y digan de toda alabanza eres tú, Virgen Sagrada María, pues de ti nació el sol de justicia, Cristo, Dios nuestro. Aleluya.

EVANGELIO Lc 1, 39-4
SEQUÉNTIA SANCTI EVANGÉLII SECÚNDUM LUCAM.
In illo témpore: Exsúrgens María ábiit in montána cum festinatióne in civitátem Juda: et intrávit in domum Zacharíæ et salutávit Elísabeth. Et factum est, ut audivit salutatiónem Maríæ Elísabeth, exsultávit infans in útero ejus: et repléta est Spíritu Sancto Elísabeth, et exclamávit voce magna et dixit: Benedícta tu inter mulíeres, et benedíctus fructus ventris tui. Et unde hoc mihi, ut véniat Mater Dómini mei ad me? Ecce enim, ut facta est vox salutatiónis tuæ in áuribus meis, exsultávit in gáudio infans in útero meo. Et beáta, quæ credidísti, quóniam perficiéntur ea, quæ dicta sunt tibi a Dómino. Et ait María: Magníficat ánima mea Dóminum: et exsultávit spíritus meus in Deo, salutári meo.
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS.
En aquel tiempo: María poniéndose en camino, se fue apresuradamente a las montañas de Judea a una ciudad de la tribu de Judá;  y habiendo entrado en la casa de Zacarías, saludó a Isabel.  Lo mismo fue oír el saludo de María, que la criatura, diera saltos de placer en su vientre, e Isabel se sintió llena del Espíritu Santo,  y exclamando en voz alta, dijo: ¡Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre!  Y ¿de dónde a mí tanto bien que venga la madre de mi Señor a visitarme?  Pues lo mismo fue penetrar la voz de tu saludo en mis oídos, que dar saltos de júbilo la criatura en mi vientre.  ¡Oh bienaventurada tú que has creído! Porque se cumplirán las cosas que se te han dicho de parte del Señor.  Entonces María dijo: Mi alma glorifica al Señor,  y mi espíritu está transportado de gozo en Dios, salvador mío.

OFERTORIO
BEÁTA es, Virgo María, quæ ómnium portásti Creatórem: genuísti, qui te fecit, et in ætérnum pérmanes Virgo.
SANTA eres tú, Virgen María, que llevaste en tu seno al Creador: engendraste a la que te creó y permaneces Virgen para siempre.

SECRÉTA
UNIGÉNITI tui, Dómine, nobis succúrrat humánitas: ut, qui, natus de Vírgine, Matris integritátem non mínuit, sed sacrávit; in Visitatiónis ejus sollémniis, nostris nos piáculis éxuens, oblatiónem nostram tibi fáciat accéptam Jesus Christus, Dóminus noster. Qui tecum.

SEÑOR, que la humanidad de tu Unigénito nos socorra; y así como naciendo de la Virgen Madre no mermó su Virgnidad; sino que la hizo más pura; de la misma manera, purificándonos de nuestras culpas en la solemnidad de su Visitación, te haga aceptable nuestra ofrenda, Jesucristo, Señor nuestro. Que contigo.

SECRETA DE LA CONMEMORACIÓN.
SÚSCIPE, Dómine, preces et múnera: quæ ut tuo sint digna conspéctu, Sanctórum tuórum précibus adjuvémur. Per Dóminum.
RECIBE, Señor, nuestras  oraciones y ofrendas, para que sean dignas de ti y seamos ayudados por las oraciones de tus Santos. Por Nuestro Señor Jesucristo.

Prefacio de la Virgen: “et in Visitatione”

COMUNIÓN
BEÁTA víscera Maríæ Vírginis, quæ portavérunt ætérni Patris Fílium.
BENDITAS las entrañas de la Virgen María, que llevaron al Hijo del Eterno Padre.

POSTCOMUNIÓN
SÚMPSIMUS, Dómine, celebritátis ánnuæ votiva sacraménta: præsta, quǽsumus; ut et temporális vitæ nobis remédia prǽbeant et ætérnæ. Per Dóminum.
HABIENDO recibido, los sacramentos en la celebración de esta solemnidad anual; haz, Señor, que sean remedio  para vida presente y futura. Por Nuestro Señor Jesucristo.

POSCOMUNIÓN DE LA CONMEMORACIÓN
CÓRPORIS sacri et pretiósi Sánguinis repléti libámine, quǽsumus, Dómine, Deus noster: ut, quod pia devotióne gérimus, certa redemptióne capiámus. Per eúndem Dóminum.
ALIMENTADOS con la ofrenda del Sagrado Cuerpo y  la preciosa Sangre, te rogamos, Señor Dios nuestro, que lo que acabamos de recibir con devota piedad, asegure nuestra redención. Por Nuestro Señor Jesucristo.

CATEQUESIS SOBRE LA SANTA MISA: NOVENA LECCIÓN, EXPLICACIÓN DE LA PRIMERA PARTE DE LA MISA, MISA DE LOS CATECÚMENOS


En la Catequesis de hoy entramos a profundizar en las partes del acto principal del culto cristiano: LA SANTA MISA. Hoy nos centraremos en la primera parte de la Misa o MISA DE LOS CATECUMENOS, siguiendo para ello la dinámica de preguntas y respuestas y la intercalación de imágenes.

LAS DIFERENTES PARTES DE LA MISA (I): MISA DE LOS CATECUMENOS

 

                      I.- LAS DOS GRANDES PARTES DE LA MISA.

342.- ¿Cuántas partes distinguimos en el Santo Sacrificio de la Misa? En el Santo Sacrificio de la Misa distinguimos dos grandes partes: La Ante-Misa o Misa de Catecúmenos, y la Misa de los Fieles o Misa Sacrificial.

343.- ¿Por qué a la primera parte se le llama Misa de los Catecúmenos? Porque en los primeros siglos de la Iglesia, los Catecúmenos, es decir, aquéllos que aún no habían recibido el Bautismo y se preparaban a él, solamente podían asistir a la Misa hasta antes del Ofertorio.

344.- ¿Por qué ahora la llamamos Ante-Misa? Porque la Misa propiamente dicha comienza con el Ofertorio.

345.- ¿Cómo se llama la segunda parte del Santo Sacrificio? “Misa de los Fieles” o “Misa Sacrificial”.

346.- ¿Por qué se le llama “Misa de los Fieles”? Porque antiguamente sólo participaban en ella los cristianos ya bautizados, es decir, los verdaderos fieles.

347.- ¿Por qué se llama “Misa Sacrificial”? Porque en ella se verifica el Sacrificio.

 

Sacerdote realizando junto con el acólito las Preces al pie del Altar al comienzo de la Santa Misa

 

 II.- PRIMERA PARTE DE LA ANTE-MISA.

348.- ¿Cómo se subdivide la Ante-Misa? En dos partes: la Preparación y la Instrucción.

349.- ¿Con qué palabras podemos expresar abreviadamente las partes de la Antemisa? Con estas dos palabras: Rezo y Escucho.

350.- ¿Cuál es la primera parte de la Ante-Misa? La primera parte de la Ante-Misa es la preparación.

351.- ¿Qué comprende la preparación? La preparación comprende: 1º.- Las Preces al pie del Altar; 2º.- El ósculo o beso al Altar; 3º.- Los Kyries; 4º.- El Gloria; y 5º.- La Oración Colecta

352.- ¿Qué fin tiene la preparación? Un doble fin: 1º.- Hacer llegar hasta Dios la voz del hombre suplicante; y

2º.- Preparar a los asistentes a ofrecer dignamente el Santo Sacrificio.

 

 Lectura de la Epistola y del Evangelio en la Santa Misa

 

III.- SEGUNDA PARTE DE LA ANTE-MISA.

353.- ¿Cuál es la segunda parte de la Ante-Misa? La segunda parte de la Ante-Misa es la Instrucción.

354.- ¿Qué comprende la instrucción? Comprende las partes siguientes: 1º.- La Epístola; 2º.- El Gradual; 3º.- El Aleluya y el Canto Aleluyático que a veces es reemplazado por el Tracto, en algunas Misas, la Secuencia; 4º.- El Evangelio; 5º.- El Sermón; y 6º.- El Credo.

355.- ¿Qué fin tiene esta parte de la Ante-Misa? Suministrar a los asistentes el alimento sólido e indispensable de las enseñanzas de Cristo y empaparlos de su espíritu.