martes, 30 de junio de 2020

"SU CORAZÓN SE TRUECA EN IMPETUOSO TORRENTE..."

*Nota: Las imágenes y el texto están tomados del blog Como Ovejas sin Pastor (al cual podéis acceder fácilmente clicando aquí) de mi buen amigo Juan Diego Ortega Santana


En este mes, que la piedad católica ha dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, regalemos un poco de tiempo a la lectura y reflexión de la Encíclica "Haurietis aquas", del inmortal Pontífice Pío XII, para conocer y propagar la Devoción más necesaria de un católico.



   
Con amor aun mayor latía el Corazón de Jesucristo cuando de su boca salían palabras inspiradas en amor ardentísimo. Así, para poner algún ejemplo, cuando viendo a las turbas cansadas y hambrientas, dijo: «Me da compasión esta multitud de gentes» (San Marcos, 8, 2); y cuando, a la vista de Jerusalén, su predilecta ciudad, destinada a una fatal ruina por su obstinación en el pecado, exclamó: «Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que a ti son enviados; ¡cuantas veces quise recoger a tus hijos, como la gallina recoge a sus polluelos bajo las alas, y tú no lo has querido!» (San Mateo,23, 37). Su Corazón palpitó también de amor hacia su Padre y de santa indignación cuando vio el comercio sacrílego que en el templo se hacía, e increpó a los violadores con estas palabras: «Escrito está: "Mi casa será llamada casa de oración"; mas vosotros hacéis de ella una cueva de ladrones» (San Mateo, 21, 13)

     Pero particularmente se conmovió de amor y de temor su Corazón, cuando ante la hora ya tan inminente de los crudelísimos padecimientos y ante la natural repugnancia a los dolores y a la muerte, exclamó: «Padre mío, si es posible, pase de mí este cáliz» (San Mateo, 26, 39); vibró luego con invicto amor y con amargura suma, cuando, aceptando el beso del traidor, le dirigió aquellas palabras que suenan a última invitación de su Corazón misericordiosísimo al amigo que, con ánimo impío, infiel y obstinado, se disponía a entregarlo en manos de sus verdugos: «Amigo, ¿a qué has venido aquí? ¿Con un beso entregas al Hijo del hombre?» (San Mateo, 26, 50); en cambio, se desbordó con regalado amor y profunda compasión, cuando a las piadosas mujeres, que compasivas lloraban su inmerecida condena al tremendo suplicio de la cruz, las dijo así: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos..., pues si así tratan al árbol verde, ¿en el seco qué se hará?» (San Lucas, 23, 28).

     Finalmente, colgado ya en la cruz el Divino Redentor, es cuando siente cómo su Corazón se trueca en impetuoso torrente, desbordado en los más variados y vehementes sentimientos, esto es, de amor ardentísimo, de angustia, de misericordia, de encendido deseo, de serena tranquilidad, como se nos manifiestan claramente en aquellas palabras tan inolvidables como significativas: «Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen» (San Lucas, 23, 34); «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?» (San Mateo 27, 46); «En verdad te digo: Hoy estarás conmigo en el paraíso» (San Lucas, 23, 43); «Tengo sed» (San Juan, 19, 28); «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu» (San Lucas, 23, 46).

lunes, 29 de junio de 2020

EJERCICIO PIADOSO DEL MES DE JUNIO DEDICADO AL SACRATISÍMO CORAZÓN DE JESÚS DÍA 30

*Nota: Las imágenes y el texto están tomados del blog Como Ovejas sin Pastor (al cual podéis acceder fácilmente clicando aquí) de mi buen amigo Juan Diego Ortega Santana




Ejercicio Piadoso del Mes del Sagrado Corazón de Jesús


Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.

En el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.

Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en Vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonaréis, por los méritos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en Vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.

Día 30: Día de Crucifixión
"Contempla por un momento estos pies y estas manos ensangrentados, este Cuerpo desnudo cubierto de heridas y de Sangre, esta cabeza traspasada de espinas, empapada en sudor, llena de polvo y cubierta de Sangre. Admira en silencio, la paciencia, la conformidad con que acepto este cruel sufrimiento..."

          "Contempla a Jesús tendido en la Cruz sin poder hacer el más ligero movimiento, con las manos y los pies desnudos, sin fama, sin honor. ¡Todo se lo han arrebatado! No recibe la más ligera prueba de cariño. No hay quien se apiade y compadezca de Su Dolor..."

(Palabras de Jesús al alma, tomadas de "Un Llamamiento al Amor", por Sor Josefa Menéndez)


A continuación rezamos la


CÁNTICO PARA HOY: COR JESU SACRATISSIMUM, ADVENIAT REGNUM TUUM



Jaculatoria para repetir a lo largo del día


Corazón de Jesús, encendido por nuestro amor,
 inflama mi corazón con Tu Amor

(100 días de indulgencia cada vez; Papa León XIII, 1893)



EJERCICIO PIADOSO DEL MES DE JUNIO DEDICADO AL SACRATISÍMO CORAZÓN DE JESÚS DÍA 29

*Nota: Las imágenes y el texto están tomados del blog Como Ovejas sin Pastor (al cual podéis acceder fácilmente clicando aquí) de mi buen amigo Juan Diego Ortega Santana



Ejercicio Piadoso del Mes del Sagrado Corazón de Jesús


Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.

En el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.

Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en Vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonaréis, por los méritos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en Vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.

Día 29: Día de Subida al Calvario
"Mi Cuerpo destrozado por tanto tormento camina sin fuerzas, bañado en sudor y Sangre, sufriendo toda clase de injurias, sin que nadie se compadezca de Mi Dolor. Estoy acompañado de una inmensa multitud en la que no se encuentra una sola persona que se compadezca de Mí..."

          "La fatiga es tan grande y la Cruz tan pesada que a mitad del camino caigo desfallecido. La Cruz cae sobre Mí y su peso me produce nuevas heridas. Mi rostro roza las piedras del camino y con la Sangre que corre se pegan a Mis ojos y a Mi cara, la arena y el polvo, de suerte que quedo hecho el ser más repugnante..."

(Palabras de Jesús al alma, tomadas de "Un Llamamiento al Amor", por Sor Josefa Menéndez)


A continuación rezamos la



 CÁNTICO PARA HOY: SALVE CORAZÓN SAGRADO, EN LA TIERRA ESTABLECE TU REINADO


Jaculatoria para repetir a lo largo del día

Sagrado Corazón de Jesús, 
venga a nosotros Tu Reino


((300 días de indulgencia cada vez; Papa San Pío X, 1906)


PROPIOS DE LA SANTA MISA DE LA FIESTA DE LOS BIENAVENTURADOS APÓSTOLES SAN PEDRO Y SAN PABLO


Día 29 de Junio
SAN PEDRO Y SAN PABLO, APÓSTOLES
I clase, rojo
Gloria, Credo y prefacio de los Apóstoles

EXPLICACIÓN DE LA LITURGIA DEL DÍA
Hoy la Santa Iglesia Católica celebra con gozo la gran fiesta de los Bienaventurados Apóstoles San Pedro y San Pablo. Simón, hijo de Jonás y hermano de Andrés, fue el primero entre los discípulos que confesó a Cristo como Hijo de Dios vivo, y por ello fue llamado Pedro. También fue instituido por Nuestro Señor Jesucristo como Primer Papa de la Iglesia Católica. Pablo, apóstol de los gentiles, predicó a Cristo crucificado a judíos y griegos. Los dos, con la fuerza de la fe y el amor a Jesucristo, anunciaron el Evangelio en la ciudad de Roma, donde, en tiempo del emperador Nerón, ambos sufrieron el martirio: Pedro, como narra la tradición, crucificado cabeza abajo y sepultado en el Vaticano, cerca de la vía Triunfal, y Pablo, degollado y enterrado en la vía Ostiense. En este día, su triunfo es celebrado por todo el mundo con honor y veneración.
                                                          
PROPIOS DE LA MISA DEL DÍA (Latín y Castellano)
INTROITO Hch 12, 11. Sal 138, 1-2
Nunc scio vere, quia misit Dóminus Angelum suum: et erípuit me de manu Heródis, et de omni exspectatióne plebis Judæórum. V/. Domine, probásti me, et cognovísti me: tu cognovísti sessiónem meam, et resurrectiónem meam. V/.  Glória Patri.
Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su Ángel, y me ha librado de las manos de Herodes y burlado la expectación del pueblo de los judíos. V/.  Me probaste, Señor y me  conociste: Tú sabes cuándo me siento y cuando me levanto.  V/. Gloria.

COLECTA
Deus, qui hodiérnam diem Apostolórum tuórum Petri et Pauli martýrio consecrásti: de Ecclésiæ tuæ, eórum in ómnibus sequi præcéptum; per quos religiónis sumpsit exórdium. Per Dóminum nostrum Iesum Christum Fílium tuum, qui tecum vívit et regnat in unitáte Spíritus Sancti, Deus, per ómnia sæcula sæculórum. Amen.

Oh Dios que consagraste este día con el martirio de tus Apóstoles Pedro y Pablo: concede a tu Iglesia que siga en todo las enseñanzas de aquellos, por quienes fue iniciada en la religión. Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

EPISTOLA  Hch 12, 1-11
Léctio Actuum Apostolórum.
In diébus illis: misit Heródes rex manus, ut afflígeret quosdam de ecclésia. Occídit autem Jacóbum fratrem Joánnis gladio. Videns autem quia placéret Judǽis, appósuit apprehénderet et Petrum. Erant autem dies Azymórum. Quem cum apprehendísset, misit in cárcerem, tradens quáttuor quaterniónibus mílitum custodiéndum, volens post Pascha prodúcere eum pópulo. Et Petrus quidem servabátur in cárcere. Orátio autem fiébat sine intermissióne ab ecclésia ad Deum pro eo. Cum autem productúrus eum esset Heródes, in ipsa nocte erat Petrus dórmiens inter duos mílites, vinctus caténis duábus: et custódes ante óstium custodiébant cárcerem. Et ecce Angelus Dómini ástitit: et lumen refúlsit in habitáculo: percussóque látere Petri, excitávit eum, dicens: «Surge velociter.» Et cecidérunt caténæ de mánibus ejus. Dixit autem angelus ad eum: «Præcíngere, et cálcea te cáligas tuas.» Et fecit sic. Et dixit illi: «Circúmda tibi vestiméntum tuum, et séquere me.» Et éxiens sequebátur eum, et nesciébat quia verum est, quod fiébat per Angelum: existimábat autem se visum vidére. Transeúntes autem primam et secúndam custódiam, érunt ad portam férream, quae ducit ad civitátem: quae ultro apérta est eis. Et exeúntes processérunt vicum unum: et contínuo discéssit Angelus ab eo. Et Petrus ad se revérsus, dixit: «Nunc scio vere, quia misit Dóminus Angelum suum. et erípuit me de manu Heródis, et de omni expectatióne plebis Judæórum.»

Lección de los Hechos de los Apóstoles
Por aquel entonces, el rey Herodes hizo arrestar a algunos miembros de la Iglesia para maltratarlos.  Mandó ejecutar a Santiago, hermano de Juan, y al ver que esto agradaba a los judíos, también hizo arrestar a Pedro. Eran los días de «los panes Acimos».  Después de arrestarlo, lo hizo encarcelar, poniéndolo bajo la custodia de cuatro relevos de guardia, de cuatro soldados cada uno. Su intención era hacerlo comparecer ante el pueblo después de la Pascua.  Mientras Pedro estaba bajo custodia en la prisión, la Iglesia no cesaba de orar a Dios por él.  La noche anterior al día en que Herodes pensaba hacerlo comparecer, Pedro dormía entre los soldados, atado con dos cadenas, y los otros centinelas vigilaban la puerta de la prisión. De pronto, apareció el Ángel del Señor y una luz resplandeció en el calabozo. El Ángel sacudió a Pedro y lo hizo levantar, diciéndole: «¡Levántate rápido!». Entonces las cadenas se le cayeron de las manos.  El Ángel le dijo: «Tienes que ponerte el cinturón y las sandalias» y Pedro lo hizo. Después de dijo: «Cúbrete con el manto y sígueme». Pedro salió y lo seguía; no se daba cuenta de que era cierto lo que estaba sucediendo por intervención del Angel, sino que creía tener una visión.  Pasaron así el primero y el segundo puesto de guardia, y llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad. La puerta se abrió sola delante de ellos. Salieron y anduvieron hasta el extremo de una calle, y en seguida el Ángel se alejó de él.  Pedro, volviendo en sí, dijo: «Ahora sé que realmente el Señor envió a su Ángel y me libró de las manos de Herodes y de todo cuanto esperaba el pueblo judío».

GRADUALE Sal 44,17-18
Constítues eos príncipes super omnem terram: mémores erunt nóminis tui, Dómine. V/.   Pro pátribus tuis nati sunt tibi fílii: proptérea pópuli confitebúntur tibi.

Alleluia, alleluia. V/. Mt 16, 18.- Tu es Petrus, et super hanc petram ædificábo Ecclésiam meam. Alleluia.
Los constituirás príncipes sobre toda la tierra; conservarán la memoria de tu nombre, oh Señor. V/.  En lugar de tus padres, te nacerán hijos; por eso los pueblos te ensalzarán.
Aleluya. Aleluya. V/. Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.  Aleluya.

EVANGELIO  Mt 16, 13-19
Sequéntia sancti Evangélii secúndum Matthǽum.
In illo témpore: Venit Jesus in partes Cæsaréæ Philíppi, et interrogábat discípulos suos, dicens: «Quem dicunt hómines esse Fílium hóminis?» At illi dixérunt: «Álii Joánnem Baptístam, álii autem Elíam, álii vero Jeremíam, aut unum ex prophétis.» Dicit illis Jesus: «Vos autem quem me esse dicitis?» Respóndens Simon Petrus, dixit: «Tu es Christus, Fílius Dei vivi.» Respondens autem Jesus, dixit ei: «Beatus es, Simon Bar Jona: quia caro et sanguis non revelábit tibi, sed Pater meus, qui in cælis est. Et ego dico tibi, quia tu es Petrus et super hanc petram ædificábo Ecclésiam meam, et portæ ínferi non prævalébunt advérsus eam. Et tibi dabo claves regni cælórum. Et quodcúmque ligáveris super terram, erit ligatum et in cælis: et quodcúmque sólveris super terram, erit solútum et in cælis.»

Lectura del Santo Evangelio según san Mateo.
Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?».  Ellos le respondieron: «Unos dicen que es Juan el Bautista; otros Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas».«Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?». Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo». Y Jesús le dijo: «Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Yo te dará las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo»
Credo

OFERTORIO  Sal 44, 17-18
Constítues eos príncipes super omnem terram: mémores erunt nóminis tui, Dómine, in omni progénie et generatióne.
Los constituirás príncipes sobre toda la tierra; y conservarán tu nombre, Señor, de generación en generación.

SECRETA
Hostias, Dómine, quas nómini tuo sacrándas offérimus, apostólica prosequátor orátio: per quam nos expiári tríbuas, et deféndi. Per Dóminum nostrum Iesum Christum, Fílium tuum, qui tecum vívit et regnat in unitáte Spíritus Sancti, Deus, per ómnia sæcula sæculórum.  Amen.
Haz, oh Señor, que acompañe a estas hostias, que ofrecemos para consagrarlas en tu honor, la oración de los Santos Apóstoles, y concédenos ser por ella purificados y protegidos. Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

PREFACIO DE APÓSTOLES
Vere dignum et iustum est, æquum et salutáre: Te, Dómine, supplíciter exoráre, ut gregem tuum, Pastor ætérne, non déseras: sed per beátos Apóstolos tuos, contínua protectióne custódias: Ut iísdem rectóribus gubernétur, quos óperis tui vicários eídem contulísti præésse pastóres. Et ídeo cum Angelis et Archángelis, cum Thronis et Dominatiónibus, cumque omni milítia cæléstis exércitus, hymnum glóriæ tuæ cánimus, sine fine dicéntes:
En verdad es justo y necesario, equitativo y saludable, rogaros, Señor, Pastor eterno, no desamparéis a vuestra grey, sino que por vuestros santos Apóstoles la guardéis con protección continua, para que la gobiernen los mismos vicarios  que establecisteis por Pastores suyos. Por eso, con los ángeles y arcángeles, con los tronos y dominaciones y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

ANTÍFONA DE COMUNIÓN    Mt 16, 18
Tu est Petrus, et super hanc petram ædificábo Ecclésiam meam..
Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.

ORACIÓN POSTCOMUNIÓN
Quos cælésti, Dómine, aliménto satiásti: apostólicis intercessiónibus ab omni adversitáte custódi. Per Dóminum nostrum Iesum Christum, Fílium tuum, qui tecum vívit et regnat in unitáte Spíritus Sancti, Deus, per ómnia sæcula sæculórum. Amen.
Defiende, oh Señor, contra toda adversidad, por la intercesión de tus Apóstoles, a los que acabas de alimentar con el manjar celestial.  Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

domingo, 28 de junio de 2020

EJERCICIO PIADOSO DEL MES DE JUNIO DEDICADO AL SACRATISÍMO CORAZÓN DE JESÚS DÍA 28

*Nota: Las imágenes y el texto están tomados del blog Como Ovejas sin Pastor (al cual podéis acceder fácilmente clicando aquí) de mi buen amigo Juan Diego Ortega Santana



Ejercicio Piadoso del Mes del Sagrado Corazón de Jesús


Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.

En el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.

Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en Vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonaréis, por los méritos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en Vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.

Día 28: Día de Contemplación Dolorosa
"Mi Alma (en el Huerto de Getsemaní) estaba tan triste y desamparada que padecía angustias de muerte. Me vi cargado con todas las inquietudes de la humanidad y como recompensa a Mi Amor y de Mis sufrimientos habría de recibir los mayores ultrajes, las más negras ingratitudes..."

          "La Sangre que brotaba de todos los poros de Mi Cuerpo sería inútil para un gran número de almas, muchas se perderían y muchas más no Me conocerían. Derramaría Mi Sangre por todas y Mis Méritos serían aplicables a cada una de ellas y sin embargo inútiles para tantas y tantas almas..."

(Palabras de Jesús al alma, tomadas de "Un Llamamiento al Amor", por Sor Josefa Menéndez)

A continuación rezamos la


 CÁNTICO PARA HOY: JESÚS AMOROSO EL MÁS FINO AMANTE


Jaculatoria para repetir a lo largo del día

Sagrado Corazón de Jesús, en Tí confío


((300 días de indulgencia cada vez; Papa San Pío X, 1906)


PROPIOS DE LA SANTA MISA DEL IV DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS




DOMINGO IV DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
II clase, verde
Gloria, Credo y prefacio de la Santísima Trinidad.


EXPLICACIÓN DE LA LITURGIA DEL DÍA
El Evangelio de la pesca milagrosa es el signo de las conquistas de la Iglesia y la realización de la palabra de Nuestro Señor Jesucristo a San Pedro: En adelante, serás pescador de hombres.
En la Misa domina la idea de la confianza en Dios en medio de las luchas y sufrimientos de esta vida. San Pablo nos recuerda que estas luchas y sufrimientos no son más que temporales; están ligados a la condición de espera, que es la nuestra y la de toda la creación con nosotros, hasta el día señalado para la plena manifestación de la gloria de los hijos de Dios.
Mientras tanto viene el Señor en nuestra ayuda, nos atrae a si, nos sostiene, nos perdona y nos levanta.
El Introito claramente nos manifiesta que el Señor es nuestra luz, nuestro guía, nuestra defensa. Si el Señor es mi protector, ¿qué enemigo podrá atemorizarme, ni qué  peligro podrá hacerme temblar? De El podemos esperar todos los bienes y principalmente la paz, como le pedimos en la Colecta. Ni todas las penas que esta vida, ni todas las tribulaciones deben ser suficientes para impedirnos esta paz, pues ellas, como nos enseña la Epístola, nada son en comparación de la futura gloria que esperamos
El amor de Dios sigue revelándonos sus delicadezas. El mundo se nos presenta con la imagen de un mar lleno de tormenta y peligros. Estamos salvos -pensamiento de la Pascua- pero el enemigo, envidioso de nuestra felicidad, se esfuerza por perdernos de nuevo. No debemos desalentarnos. En medio de todas las luchas, la Providencia de Dios vigila sobre nosotros. Este es el pensamiento dominante de la liturgia de hoy. Para que nuestra confianza en Jesús crezca más y más en nuestros corazones, no olvidemos que si nuestras obras van sostenidas con el auxilio del Divino Maestro serán muy fructuosas, como nos lo predica el Evangelio

PROPIUM MISSAE IN LINGUA LATINA

Introitus: Ps. 26, 1 et 2
Dóminus illuminátio mea, et salus mea, quem timébo? Dóminus defénsor vitæ meæ, a quo trepidábo? qui tríbulant me inímici mei, ipsi infirmáti sunt, et cecidérunt. [Ps. ibid., 3] Si consístant advérsum me castra: non timébit cor meum. Glória Patri. Dóminus illuminátio.

Collecta
Da nobis, quǽsumus, Dómine: ut et mundi cursus pacífice nobis tuo órdine dirigátur; et Ecclésia tua tranquílla devotióne lætétur. Per Dóminum.


Rom. 8, 18-23
Léctio Epístolæ beáti Pauli Apóstoli ad Romanos.
Caríssimi: Exístimo quod non sunt condígnæ passiónes hujus témporis ad futúram glóriam, quæ revelábitur in nobis. Nam expectátio creatúræ, revelatiónem filiórum Dei expéctat. Vanitáti enim creatúra subjécta est non volens, sed propter eum, qui subjécit in spe: quia et ipsa creatúra liberábitur a servitúte corruptiónis, in libertátem glóriæ filiórum Dei. Scimus enim quod omnis creatúra ingemíscit, et párturit usque adhuc. Non solum autem illa, sed et nos ipsi primítias spíritus habéntes: et ipsi intra nos gémimus adoptiónem filiórum expectántes redemptiónem córporis nostri: in Christo Jesu Dómino nostro.

Graduale Ps. 78, 9 et 10
Propítius esto, Dómine, peccátis nostris: ne quando dicant gentes: Ubi est Deus eórum? V. Adjuva nos, Deus salutáris noster: et propter honórem nóminis tui, Dómine. líbera nos.
Allelúja, allelúja. [Ps. 9,5 et 10] Deus, qui sedes super thronum, et júdicas æquitátem: esto refúgium páuperum in tribulátione. Allelúja.

Luc. 5, 1-11
†  Sequéntia sancti Evangélii secúndum Lucam.
In illo témpore: Cum turbæ irrúerent in Jesum, ut audírent verbum Dei, et ipse stabat secus stagnum Genésareth. Et vidit duas naves stantes secus stagnum: piscatóres autem descénderant et lavábant retia. Ascéndens autem in unam navem, quae erat Simónis, rogávit eum a terra redúcere pusíllum. Et sedens docébat de navícula turbas. Ut cessávit autem loqui dixit ad Simónem: "Duc in altum, et laxáte rétia vestra in captúram." Et respóndens Simon, dixit illi "Præcéptor, per totam noctem laborántes, nihil cepimus: in verbo autem tuo laxábo rete." Et cum hoc fecíssent, conclusérunt píscium multitúdinem copiósam: rumpebátur autem rete eórum. Et annuérunt sóciis, qui erant in ália navi, ut venírent et adjuvárent eos. Et venérunt et implevérunt ambas navículas ita ut pene mergeréntur. Quod cum vidéret Simon Petrus, prócidit ad génua Jesu dicens: "Exi a me quia homo peccátor sum Dómine." Stupor enim circumdéderat eum, et omnes, qui cum illo erant, in captúra píscium, quam céperant: simíliter autem Jacóbum et Joánnem, fílios Zebedǽi, qui erant sócii Simónis. Et ait ad Simónem Jesus: "Noli timére: ex hoc jam hómines eris cápiens." Et subdúctis ad terram návibus, relíctis ómnibus, secuti sunt eum.
Credo.

Offertorium: Ps. 12, 4-5.
Illúmina óculos meos, ne umquam obdórmiam in morte: ne quando dicat inimícus meus: Præválui advérsus eum.

Secreta:
Oblatiónibus nostris, quǽsumus, Dómine, placáre suscéptis: et ad te nostras étiam rebélles compélle propítius voluntátes. Per Dóminum.


Vere dignum et iustum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus: Qui cum unigénito Fílio tuo, et Spíritu Sancto, unus es Deus, unus es Dóminus: non in uníus singularitáte persónæ, sed in uníus Trinitáte substántiæ. Quod enim de tua gloria, revelánte te, crédimus, hoc de Fílio tuo, hoc de Spíritu Sancto, sine differéntia discretiónis sentimus. Ut in confessióne veræ sempiternáeque Deitátis, et in persónis propríetas, et in esséntia únitas, et in majestáte adorétur æquálitas. Quam laudant Angeli atque Archángeli, Chérubim quoque ac Séraphim: qui non cessant clamáre quotídie, una voce dicéntes:

Communio: Ps. 17, 3
Dóminus firmaméntum meum, et refúgiam meum, et liberátor meus: Deus meus, adjútor meus.

Postcommunio:

Mystéria nos, Dómine, quǽsumus, sumpta puríficent, et suo múnere tueántur. Per Dominum.

PROPIOS DE LA MISA EN CASTELLANO

Introito. Salm.26,2,3.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es el defensor de mi vida, ¿de quién temblaré? Son mis adversarios y mis enemigos lo que tropiezan y caen. Salmo.- Aunque se enfrenten ejércitos contra mí, no temerá corazón. V/. Gloria.

Colecta
Concédenos, Señor, te suplicamos, que sea dirigida por el orden de tu providencia la marcha del mundo; y que tu Iglesia se alegre en tu servicio con la tranquilidad. Por nuestro Señor.

Epístola. Rom.8.18-23.
Hermanos Creo que los sufrimientos de la presente vida no son comparables con la gloria, que ha de manifestarse en nosotros. Así la creación ansía la manifestación de los hijos de Dios. Sujeta a la vanidad, no de grado, sino por causa de aquél que la sujetó, espera también ella ser redimida de esa servidumbre de la corrupción, para conocer la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Porque sabemos que hasta ahora toda la creación gime como con dolores de parto. Y no sólo ella, sino también nosotros, que tenemos ya las primicias del Espíritu Santo, suspiramos de lo íntimo del corazón, aguardando el efecto de la adopción de los hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo, en Jesucristo Señor nuestro.

Gradual. Salm.78.9,10.
Perdona, Señor, nuestros pecados, para que no digan las gentes: ¿Dónde está su Dios? V/. Ayúdanos, ¡oh Dios!, salvador nuestro: líbranos, Señor, por la honra de tu nombre.

Aleluya, aleluya. Salm. 9.5.10.-
V/.¡Oh Dios!, que estás sentado sobre tu trono y juzgas con rectitud; sé refugio de los pobres en la tribulación. Aleluya.


Evangelio. Luc. 5.1-11.

En aquel tiempo: Hallábase Jesús junto al lago, de Genesaret, apretujado por la turba que oía la palabra de Dios, y vio dos barcas a la orilla del lago, cuyos pescadores habían bajado y lavaban las redes. Subiendo, pues a una de ellas, que era de Simón, pidióle la desviase un poco de la orilla. Y sentándose dentro, instruía a las turbas .Acabada la plática, dijo a Simón: Guía mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Replicóle Simón: Maestro, toda la noche hemos estado fatigándonos, y nada hemos cogido; no obstante, fiado en tu palabra, echaré la red. Y habiéndolo hecho, recogieron tan gran cantidad de peces que la red se rompía. Por lo cual hicieron señas a sus compañeros de la otra barca, de que viniesen a ayudarles. Vinieron luego, y llenaron con tantos peces las dos barcas, que poco faltó para que se hundiesen. Viendo esto Simón Pedro, echóse a los pies de Jesús, diciendo: ¡Apártate de mi, Señor, que soy un hombre pecador! y es que el asombro se había apoderado de él, como de todos los demás que con él estaban, en vista de la pesca que acababan de hacer. Lo mismo  sucedía a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo y compañeros de Simón. Entonces dijo Jesús a Simón: No temas; de hoy en adelante serás pescador de hombres. Y ellos, sacando las barcas a tierra, dejaron todo y le siguieron.

Ofertorio. Salm.12,4-5.
Alumbra mis ojos, para que no duerma jamás en la muerte; no diga mi enemigo: He podido más que él!

Secreta.
Aplácate, Señor, al recibir nuestras ofrendas; y fuerza bondadoso nuestras rebeldes voluntades a que  vayan a ti. Por nuestro Señor Jesucristo.

Prefacio de la Santísima Trinidad.
En verdad es digno y justo, equitativo y saludable, darte gracias en todo tiempo y lugar, Señor, santo Padre, omnipotente y eterno Dios, que con tu unigénito Hijo y con el Espíritu Santo eres un solo Dios, un solo Señor, no en la individualidad de una sola persona, sino en la trinidad de una sola sustancia. Por lo cual, cuanto nos has revelado de tu gloria, lo creemos también de tu Hijo y del Espíritu Santo, sin diferencia ni distin­ción. De suerte, que confe­sando una verdadera y eterna Divinidad, adoramos la propiedad en las personas, la unidad en la esencia, y la igualdad en la majestad, la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines: los Serafines, que no cesan de cantar a diario, diciendo a una voz.

Comunión. Salm.17.34.
EL Señor es mi firme apoyo, mi refugio y mi libertador; mi Dios y mi auxiliador.

Poscomunión.
Purifíquennos, Señor, los santos misterios que acabamos de recibir y defiéndan­nos con su eficacia. Por N.S.