24 de junio
NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA
NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA
I clase,
blanco
Gloria, Credo, Prefacio común.
En domingo, conmemoración del domingo y prefacio de
la Santísima Trinidad
EXPLICACIÓN DE LA LITURGIA DEL DÍA
<<He
aquí el Cordero de Dios >>, cuya divinidad pregonan la voz del cielo
y la paloma divina, y que aún
así quiso recibir el Bautismo de Juan el Precursor.
Al celebrar la Iglesia el nacimiento de san Juan
Bautista festeja la aurora de la salvación. Seis meses antes de Navidad, nos
introduce el nacimiento del Precursor en el misterio de la Encarnación y
participa de su grandeza. En la Edad
Media se la celebraba como la Navidad del verano y tenía también sus tres
misas, como la Navidad tiene las suyas; la liturgia subraya los paralelos de
ambas fiestas. Veáse la Secreta y la Poscomunión.
San Juan, Profeta del Altísimo, está figurado por
Isaías y Jeremías. Como ellos, y con más derecho que ellos, fue sacrificado
desde el seno de su madre, con miras a la misión que le esperaba (Introito, Epístola,
Gradual). El Evangelio nos refiere los prodigios que acompañaron a su
nacimiento; éste debía ser causa de alegría para muchos, y aún sigue siéndolo,
y la Iglesia invita todos los años a sus fieles a pedir a Dios, con la gracia
de las alegrías sobrenaturales, la de verse siempre guiados en el camino de la
salvación eterna.
El nombre de San
Juan Bautista figura en el Canon de la Misa, encabezando al segunda lista.
PROPIUM
MISSAE IN LINGUA LATINA
Introitus: Is. 49, 1 et 2
De ventre matris meæ vocávit me Dóminus nómine meo: et
pósuit os meum ut gládium acútum: sub teguménto manus suæ protéxit me, et
pósuit me quasi sagíttam eléctam. [Ps. 91: 2], Bonum est confitéri Dómino: et
psállere nómini tuo, Altíssime. V. Glória Patri. De ventre.
Collecta
Deus, qui præséntem diem honorábilem nobis in beáti
Joánnis nativitáte fecísti: da pópulis tuis spitituálium grátiam gaudiórum; et
ómnium fidélium mentes dírige in viam salútis ætérnæ. Per Dóminum.
Léctio Isaíæ Prophétæ. 49, 1-7
Audíte insúlæ, et atténdite, pópuli de longe: Dóminus
ab útero vocávit me, de ventre matris meæ recordátus est nóminis mei. Et pósuit
os meum quasi gládium acútum: in umbra manus suæ protéxit me, et pósuit me
sicut sagíttam eléctam: in pháretra sua abscóndit me. Et dixit mihi: Servus
meus es tu, Israël, quia in te gloriábor. Et nunc dicit Dóminus, formans me ex
útero servum sibi: Ecce dedi te in lucem géntium, ut sis salus mea usque ad
extrémum terræ. Reges vidébunt, et consúrgent príncipes, et adorábunt propter
Dóminum, et sanctum Israël, qui elégit te.
Graduale Jeremias 1, 5- 9
Priúsquam te formárem in útero, novi te: et ántequam
exíres de ventre, sanctificávi te. V. Misit Dóminus manum suam, et tétigit os
meum, et dixit mihi:
Allelúja, allelúja. [Lc. 1] Tu, puer, prophéta
Altíssimi vocáberis: præíbus ante Dóminum paráre vias ejus. Allelúja.
+ Sequéntia sancti Evangélii secúndum
Lucam. 1, 57-68
Elísabeth implétum est tempus pariéndi, et péperit
fílium. Et audiérunt vicíni, et cognáti ejus, quia magnificávit Dóminus
misericórdiam suam cum illa, et congratulabántur ei. Et factum est in die
octávo, venérunt circumcídere púerum, et vocábant eum nómine partis sui
Zacharíam. Et respóndens mater ejus dixit: Nequáquam, sed vocábitur Joánnes. Et
dixérunt ad illam: Quia nemo est in cognatióne tua, qui vocétur hoc nómine.
Innuébant autem patri ejus, quem vellet vocári eum. Et póstulans pugillárem,
scripsit, dicens: Joánnes est nomen ejus. Et miráti sunt univérsi. Apértum est
autem íllico os ejus, et lingua ejus, et loquebátur benedícens Deum. Et factus
est timor super omnes vicínos eórum: et super ómnia montána Judǽæ divulgabántur
ómnia verba hæc: et posuérunt omnes, qui audíerunt in corde suo, dicéntes:
Quis, putas, puer iste erit? Etenim manus Dómini erat cum illo. Et Zacharías
pater ejus replétus est Spíritu Sancto, et prophetávit, dicens: Benedíctus
Dóminus Deus Israël, quia visitávit et fecit redemptiónem plebis suæ.
Credo.
Offertorium: Ps. 91, 13.
Justus ut palma florébit: sicut cedrus, quæ in Libano
est, multiplicábitur.
Secreta:
Tua, Dómine, munéribus altária cumulámus: illíus
nativitátem hónore débito celebrántes, qui Salvatórem mundi et cécinit
adfutúrum, et adésse monstrávit, Dóminum nostrum Jesum Christum Fílium tuum:
Qui tecum.
Praefatio Communis
Vere dignum et iustum est, æquum et salutáre, nos tibi
semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus:
per Christum Dóminum nostrum. Per quem majestátem tuam laudant Angeli, adórant
Dominatiónes, tremunt Potestátes. Cæli cælorúmque Virtútes, ac beáta Séraphim,
sócia exsultatióne concélebrant. Cum quibus et nostras voces, ut admítti júbeas
deprecámur, súpplici confessióne dicéntes:
Communio: Luc. 1,76
Tu, puer, prophéta Altíssimi vocáberis: præíbus ante
fáciem Dómini paráre vias ejus.
Postcommunio:
Sumat Ecclésia tua, Deus, beáti Joánnis Baptístæ
generatióne lætítium: per quem suæ regeneratiónis cognóvit auctórem, Dóminum
nostrum Jesum Christum Fílium tuum: Qui tecum.
PROPIOS
DE LA MISA EN CASTELLANO
Introito.
Isaias 49. 1-2. Salmo 91.2 -
Desde el seno de mi madre me ha llamado el Señor por
mi nombre y ha hecho de mi boca cortante espada; bajo la sombra de su mano me
ha ocultado y me ha hecho como flecha acerada. Sl Bueno es alabar al Señor y cantar tu nombre, oh
Altísimo. V. Gloria al
Padre.
Colecta.
Oh Dios! Que nos haces honrar este día con el
nacimiento de san Juan; concede a tus pueblos la gracia de los goces
espirituales, y guía las almas de todos los fieles por el camino de la
salvación eterna. Por nuestro Señor Jesucristo
Epístola. Isaías 49, 1-7.
Oid, islas y estad atentos, pueblos lejanos. El Señor
me ha llamado desde el seno de mi madre; desde las entrañas maternas ha
pronunciado mi nombre. Ha hecho de mi boca una cortante espada, me ha cobijado
en la sombra de su mano, me ha hecho flecha acerada y me ha escondido en su
aljaba. Me ha dicho : << Israel, tú eres mi siervo, en ti me
glorificaré >> Y ahora, el Señor que me ha formado para siervo suyo desde
el seno de mi madre, dice: Yo haré de ti las luz de las naciones, para que mi
salvación llegue a los confines de la tierra. Al verte, se levantarán los reyes
y se postrarán los príncipes, a causa del Señor, del Santo de Israel que te ha
elegido.
Gradual.
Jeremías 1. 5-9 .
Antes de formarte en el seno materno, te he conocido;
y antes de que nacieras, te he consagrado. V. Alargó el Señor su mano, y tocó
mis labios y me dijo:
Aleluya.
Lucas 1.76-
Aleluya, aleluya. V/. Tú, niño serás llamado Profeta
del Altísimo, porque precederás al Señor para preparar sus caminos. Aleluya.
Evangelio.
Luc.1. 57 - 68.-
Llególe a Isabel el tiempo de su alumbramiento, y dio
a luz un hijo. Supieron sus vecinos y parientes que Dios había usado con ella
de gran misericordia y se congratulaban con ella. El día octavo vinieron a circuncidar
al niño, y le llamaban con el nombre de su padre, Zacarías. Mas intervino su
madre y dijo: No, sino que ha de llamarse Juan. Dijéronle: Nadie hay en tu
familia que tenga ese nombre. Preguntaban por señas al padre del niño, cómo
quería que se llamase. Y él, pidiendo la tablilla, escribió así: Juan es su
nombre. Y todos se llenaron de admiración. Al instante se abrió su boca y su
lengua se soltó y hablaba bendiciendo a Dios. Y se espantaron todos los que
vivían en la vecindad, y en toda la montaña de Judea se divulgaban todas estas
cosas. Y cuantos las oían, las guardaban en su corazón y se decían: ¿Qué será,
pues, este niño? Porque, a la verdad, la mano del Señor
estaba con él. Zacarías, su padre, quedó lleno del Espíritu Santo, y profetizó
diciendo: Bendito sea el Señor Dios de Israel, porque ha visitado y rescatado a
su pueblo.
CREDO.
Ofertorio.
Sal.91. 13.
El justo crece como la palma y eleva sus ramas cual
cedro del Líbano.
Secreta
Cubrimos, oh Señor, de ofrendas tus altares, para
solemnizar con el honor debido la natividad de aquél que nos predijo la venida
y nos mostró la presencia del Salvador del mundo, Jesucristo nuestro Señor, tu
hijo. El cual vive y reina contigo.
Prefación común
Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable que
te demos gracias en todo tiempo y lugar ¡Señor Santo, Padre todopoderoso y
eterno Dios! Por cuanto, por el Misterio de la Encarnación del Verbo ha
brillado a los ojos de nuestra alma un nuevo resplandor de tu gloria: para que
al conocer a Dios visiblemente, seamos por Él arrebatados al amor de las cosas
invisibles. Y por eso, con los Ángeles y los Arcángeles, con los Tronos y las
Dominaciones, y con toda la milicia del ejército celestial, entonamos a tu
gloria un himno, diciendo sin cesar:
Comunión.
Luc. 1.76
Tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo, porque
precederás al Señor para prepararle sus caminos.
Poscomunión.
Regocíjese tu Iglesia, Señor, con el nacimiento de san
Juan Bautista, por quien ella misma conoció al autor de su propio nacimiento a
la vida sobrenatural, a Jesucristo nuestro Señor, Hijo tuyo, el cual vive y
reina.
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