jueves, 27 de diciembre de 2018

LA LITURGIA DE ADORACIÓN PUBLICA DE LA SANTA IGLESIA CATÓLICA APOSTÓLICA Y ROMANA (III)




La catequesis litúrgica de hoy en lo concerniente a la adoración pública de la Iglesia Católica Romana está dedicada a los Lugares Litúrgicos y al mobiliario litúrgico. Por eso esta catequesis la vamos a dividir en dos partes: Iglesia  y Altar.



LA IGLESIA








 Foto antigua de la Iglesia



Parroquial de la Vera Cruz en Santa Cruz de la Sierra (Cáceres)



La iglesia es la Casa de Dios, el templo del Rey de reyes, donde se celebra la adoración pública y los fieles concurren para dedicar a Dios sus alabanzas y oraciones. Generalmente el altar se halla erigido hacia el este, que es el lugar del Sol naciente, símbolo de Nuestro Señor Jesucristo, ya que Él es la Luz del mundo, y el oriente es desde donde vendrá otra vez. Generalmente la iglesia se halla construida con la forma de una cruz, pudiendo distinguir así las diversas partes de la misma, que  son las siguientes:










   El presbiterio, junto con el altar mayor, representa la Cabeza de Nuestro Divino Redentor y es el lugar propio de los clérigos. Como ejemplo, pongo esta foto antigua de la Catedral Primada de Toledo.










El crucero, también llamado transepto, equivale a sus brazos extendidos en el patíbulo de la Cruz. Pongo como ejemplo el transepto de la Catedral de Toledo, donde podemos apreciar la maravillosa bóveda de crucería cuadripartita.









                                 



La nave central equivale a su Sacrosanto Cuerpo ofrecido en sacrificio por nosotros. Cabe destacar esta foto de la nave central de la Basílica de San Pablo Extramuros.







                                         


 El campanario alberga las campanas, las cuales se usan para llamar a los fieles cristianos al Oficio Divino y a las solemnidades espirituales. Encima del campanario se sitúa la cruz, señal de nuestra salvación. Pongo como ejemplo el campanario de la Iglesia parroquial de San Martín de Tours en Trujillo (Cáceres).



EL ALTAR






El altar, el Santuario del Templo, generalmente se compone de una tabla puesta sobre cuatro columnas y donde antiguamente se hallaba una tumba, como en los primeros años del Cristianismo. La Santa Misa se celebraba entonces sobre la tumba de los Mártires. Hoy en día se coloca una piedra cuadrada en el medio de la mesa del altar. Esta piedra de altar está consagrada por el Obispo. Se halla adornada con cinco pequeñas cruces talladas, contiene una o más reliquias de Santos Mártires, y sobre ella se celebra la Santa Misa. A su vez, la mesa del altar se halla cubierta por tres manteles de lino, de los cuales el de más arriba casi alcanza a llegar al suelo de cada lado. El Altar comprende los siguientes lugares litúrgicos:



- El Lado de la Epístola, sitio desde donde el celebrante lee el Introito, la Colecta, lee la Epístola de la Misa, hace el lavado de manos tras el Ofertorio y lee la Poscomunión, -El Lado del Evangelio, lugar desde donde el celebrante lee tanto el Evangelio de la Misa como el Último Evangelio.



- Como dije al principio en el centro se sitúa el ara que contiene las reliquias de los mártires, sobre el cual se ofrece la Santa Misa  










 En las iglesias más grandes el altar tiene, al menos, tres escalones por sobre el nivel de la nave; esta sobre elevación tiene la finalidad de reproducir la altura del Calvario.







Encima del altar, en el medio, se puede ver un lugar santo ricamente decorado; el sagrario o Tabernáculo, que contiene las Sagradas Hostias dentro de los copones, o ciborios. Aquí está Nuestro Señor Jesucristo, el Rey de reyes y Señor de Señores en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. Este Santuario es mil veces más Santo que aquel Santuario figurativo del Antiguo Testamento.












 Por encima del altar se halla la figura de Cristo Crucificado. El crucifijo sobre el altar representa al Monte Calvario. Tiene como finalidad recordar al sacerdote y a los fieles que el Santo Sacrificio de la Misa es el mismo Sacrificio de la Cruz, solo que de manera incruenta, esto es, sin derramamiento de sangre
                                                          


Ante el altar hay una lamparilla roja, encendida día y noche, que indica la presencia del Santísimo Sacramente en el sagrario del altar, es como la guarda de honor a la entrada del palacio del Rey de los Reyes.


















Sobre el altar, a cada lado del tabernáculo, se alzan tres candelabros o portacirios. Estas luces representan al Redentor, la Luz del mundo, y también la fe, la esperanza y la caridad. Generalmente se encienden dos para las Misas rezadas, cuatro o seis para las Misas Cantadas, seis para las Misas Solemnes (con diacono y subdiácono).  En caso de que presida un obispo se encienden siete, número que expresa perfección en las Sagradas Escrituras. La séptima vela se coloca en este caso tras el Crucifijo del altar.















  Cabe decir que durante la Misa, las Vísperas o la Exposición del Santísimo Sacramento, la Iglesia quema incienso como un signo de sumisión, adoración y acción de gracias a Dios. El incienso representa la gracia y sus efectos, pues es un signo del buen olor de Cristo (II Corintios, 2,15) que llega hasta el alma de los fieles. Además siempre se ha considerado una expresión de  las oraciones que elevamos a Dios, y de nuestro deseo que las reciba del mismo modo que el perfume del incienso.








El Misal, el libro litúrgico para la Misa, contiene los textos litúrgicos del Santo Sacrificio  y se apoya en un pequeño atril o portamisal
















   Además se depositan sobre el tres receptáculos de oración, las sacras del altar, que contienen inscritas oraciones de la Misa. Su única finalidad es ayudar a la memoria del Celebrante. La más larga se apoya en el medio del altar y las dos menores van una a cada costado: la del Ultimo Evangelio, que contiene el Prólogo del  Santo Evangelio según San Juan, se coloca en el lado del Evangelio. La sacra del Lavabo, conocida así por el inicio del Salmo 25: “Lavabo inter innocentes manus meas”, salmo que reza el celebrante de la Misa tras el Ofertorio, se coloca en el lado de la Epístola.

















A modo de conclusión, habría que destacar la credencia, lugar donde se colocan algunos objetos litúrgicos como las vinajeras, el manutergio, la campanilla, el cirio del Sanctus y, solo en las Misas Solemnes, el Cáliz. Aquí pongo por ejemplo una credencia en una Misa Solemne












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