La
catequesis litúrgica de hoy en lo concerniente a la adoración pública de la
Iglesia Católica Romana está dedicada a los Lugares Litúrgicos y al mobiliario
litúrgico. Por eso esta catequesis la vamos a dividir en dos partes: Iglesia
y Altar.
LA
IGLESIA
Foto
antigua de la Iglesia
Parroquial
de la Vera Cruz en Santa Cruz de la Sierra (Cáceres)
La iglesia es la
Casa de Dios, el templo del Rey de reyes, donde se celebra la adoración pública
y los fieles concurren para dedicar a Dios sus alabanzas y oraciones.
Generalmente el altar se halla erigido hacia el este, que es el lugar del Sol
naciente, símbolo de Nuestro Señor Jesucristo, ya que Él es la Luz del mundo, y
el oriente es desde donde vendrá otra vez. Generalmente la iglesia se halla
construida con la forma de una cruz, pudiendo distinguir así las diversas
partes de la misma, que son las siguientes:
El presbiterio,
junto con el altar mayor, representa la Cabeza de Nuestro Divino Redentor y es
el lugar propio de los clérigos. Como ejemplo, pongo esta foto antigua de la
Catedral Primada de Toledo.
La
nave central
equivale a su Sacrosanto Cuerpo ofrecido en sacrificio por nosotros. Cabe
destacar esta foto de la nave central de la Basílica de San Pablo Extramuros.
El campanario
alberga las campanas, las cuales se usan para llamar a los fieles cristianos al
Oficio Divino y a las solemnidades espirituales. Encima del campanario se sitúa
la cruz, señal de nuestra salvación. Pongo como ejemplo el campanario de la
Iglesia parroquial de San Martín de Tours en Trujillo (Cáceres).
EL ALTAR
El altar, el
Santuario del Templo, generalmente se compone de una tabla puesta sobre cuatro
columnas y donde antiguamente se hallaba una tumba, como en los primeros años
del Cristianismo. La Santa Misa se celebraba entonces sobre la tumba de los
Mártires. Hoy en día se coloca una piedra cuadrada en el medio de la mesa del
altar. Esta piedra
de altar está consagrada por el Obispo. Se halla adornada con cinco
pequeñas cruces talladas, contiene una o más reliquias de Santos Mártires, y
sobre ella se celebra la Santa Misa. A su vez, la mesa del altar se halla
cubierta por tres
manteles de lino, de los cuales el de más arriba casi alcanza a llegar al
suelo de cada lado. El Altar comprende los siguientes lugares litúrgicos:
- El Lado de la Epístola,
sitio desde donde el celebrante lee el Introito, la Colecta, lee la
Epístola de la Misa, hace el lavado de manos tras el Ofertorio y lee la
Poscomunión, -El Lado
del Evangelio, lugar desde donde el celebrante lee tanto el Evangelio de la
Misa como el Último Evangelio.
- Como
dije al principio en el centro se sitúa el ara que contiene las reliquias de
los mártires, sobre el cual se ofrece la Santa Misa
En
las iglesias más grandes el altar tiene, al menos, tres escalones por sobre el
nivel de la nave; esta sobre elevación tiene la finalidad de reproducir la
altura del Calvario.
Encima
del altar, en el medio, se puede ver un lugar santo ricamente decorado; el sagrario o Tabernáculo, que
contiene las Sagradas Hostias dentro de los copones, o ciborios. Aquí está
Nuestro Señor Jesucristo, el Rey de reyes y Señor de Señores en Cuerpo, Sangre,
Alma y Divinidad. Este Santuario es mil veces más Santo que aquel Santuario
figurativo del Antiguo Testamento.
Por
encima del altar se halla la figura de Cristo Crucificado. El crucifijo sobre
el altar representa al Monte Calvario. Tiene como finalidad recordar al
sacerdote y a los fieles que el Santo Sacrificio de la Misa es el mismo
Sacrificio de la Cruz, solo que de manera incruenta, esto es, sin derramamiento
de sangre
Sobre el altar, a cada lado del tabernáculo, se alzan tres candelabros o portacirios. Estas luces representan al Redentor, la Luz del mundo, y también la fe, la esperanza y la caridad. Generalmente se encienden dos para las Misas rezadas, cuatro o seis para las Misas Cantadas, seis para las Misas Solemnes (con diacono y subdiácono). En caso de que presida un obispo se encienden siete, número que expresa perfección en las Sagradas Escrituras. La séptima vela se coloca en este caso tras el Crucifijo del altar.
Cabe decir que durante la Misa, las Vísperas o la Exposición del Santísimo Sacramento, la Iglesia quema incienso como un signo de sumisión, adoración y acción de gracias a Dios. El incienso representa la gracia y sus efectos, pues es un signo del buen olor de Cristo (II Corintios, 2,15) que llega hasta el alma de los fieles. Además siempre se ha considerado una expresión de las oraciones que elevamos a Dios, y de nuestro deseo que las reciba del mismo modo que el perfume del incienso.
El Misal, el libro
litúrgico para la Misa, contiene los textos litúrgicos del Santo Sacrificio
y se apoya en un pequeño atril o portamisal
Además se depositan sobre el tres receptáculos de oración, las sacras del altar,
que contienen inscritas oraciones de la Misa. Su única finalidad es ayudar a la
memoria del Celebrante. La más larga se apoya en el medio del altar y las dos
menores van una a cada costado: la del Ultimo Evangelio, que
contiene el Prólogo del Santo Evangelio según San Juan, se coloca en
el lado del Evangelio. La sacra del Lavabo, conocida
así por el inicio del Salmo 25: “Lavabo inter
innocentes manus meas”, salmo que reza el celebrante de la Misa tras el
Ofertorio, se coloca en el lado de la Epístola.
A modo de conclusión, habría que destacar la credencia, lugar donde se colocan algunos objetos litúrgicos como las vinajeras, el manutergio, la campanilla, el cirio del Sanctus y, solo en las Misas Solemnes, el Cáliz. Aquí pongo por ejemplo una credencia en una Misa Solemne
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