Domingo
después de la Ascensión
II clase, blanco
Gloria, Credo, Prefacio de
la Ascensión, comunicantes ordinarios.
EXPLICACIÓN DE LA LITURGIA DEL DÍA
Después
de la gloriosa resurrección del Señor y su ascensión triunfal, habiendo pagado
ya un precio superabundante y llevado hasta los cielos los despojos arrebatados
al infierno, no le quedaba otra cosa que hacer a este ilustre peregrino de la
vida sino enviarnos desde allí, para coronar su obra, al Espíritu Santo, digno
presente de un soberano tan magnifico. Este Espíritu divino mostraría al mundo
los opulentos esplendores del reino celestial, consolaría al corazón triste de
los discípulos, robustecería su debilidad, daría a los amados del Señor las
prendas de su cariño y, sobre todo, sería testigo del mismo Cristo.
¡Como
brilla, Señor, tu magnificencia en tus obras! ¡Magnífico en la muerte,
magnífico en la Eucaristía, magnifico en el don del Espíritu Santo! ¿Hay algo
más magnífico que entregar a Dios como regalo?
Dios
mío, tú eres grande, estas rodeado de esplendor y majestad, revestido de luz
como de un manto. Como una tienda tendiste de los cielos (Ps. 103,1-2). Magnífico
eres Señor, en los cielos, que te reciben aclamándote revestido de gloria y
belleza; pero magnifica es también la luz de que te rodea, los justos y santos
que tu Espíritu ha hecho brillar.
El
Verbo del Padre subió de la tierra y el Espíritu del Hijo bajo de los cielos.
Esencialmente iluminador y vivificador, nos llenará de luz divina. Habló por
los profetas y los apóstoles. Unos y otros lo han confesado.
“Descríbase
la figura de Elías subiendo al cielo y de su discípulo Eliseo. Contadlo todo
ello, porque es una historia hermosa. Examinad detenidamente el doble aspecto
de la inteligencia y el poder… No hemos recibido el espíritu del mundo, sino el
Espíritu de Dios para que conozcamos los dones que Dios nos ha concedido (1
Cor. 2,12)”.
Cuando
venga el Espíritu de Verdad, dará testimonio de mí. Examinemos las tres
escuelas donde el Espíritu de Dios da estas lecciones, a saber, las escrituras
con su belleza, los predicadores con su doctrina y, finalmente, el mismo
Espíritu en nuestras almas.
(De los escritos de Santo Tomas de
Villanueva)
PROPIUM MISSAE IN
LINGUA LATINA
Introitus: Ps. 26, 7,
8, et 9
Exáudi,
Dómine, vocem meam, qua clamávi ad te, allelúja: tibi dixit cor meum, quæsívi
vultum tuum: vultum tuum, Dómine requíram: ne avértas fáciem tuam a me,
allelúja, allelúja. [Ps. ibid., 1] Dóminus illuminátio mea et
salus mea: quem timébo? Glória Patri. Exáudi, Dómine.
Oratio
Omnípotens
sempitérne Deus, fac nos tibi semper et devótam génere voluntátem; et majestáti
tuæ sincéro corde servíre. Per Dóminum.
1 Petr. 4, 7-11
Léctio Epístolæ beáti
Petri Apóstoli.
Caríssimi: Estóte prudéntes, et vigiláte in oratiónibus. Ante ómnia autem mútuam in vosmetípsis caritátem continuam habéntes: quia cáritas óperit multitúdinem peccatórum. Hospitáles ínvicem sine murmuratióne: unusquísque, sicut accépit grátiam in altérutrum illam administrántes sicut boni dispensatóres multifórmis gratiæ Dei. Si quis lóquitur, quasi sermónes Dei: si quis minístrat, tamquam ex virtúte, quam adminístrat Deus: ut in ómnibus honorificétur Deus per Jesum Christum Dóminum nostrum.
Caríssimi: Estóte prudéntes, et vigiláte in oratiónibus. Ante ómnia autem mútuam in vosmetípsis caritátem continuam habéntes: quia cáritas óperit multitúdinem peccatórum. Hospitáles ínvicem sine murmuratióne: unusquísque, sicut accépit grátiam in altérutrum illam administrántes sicut boni dispensatóres multifórmis gratiæ Dei. Si quis lóquitur, quasi sermónes Dei: si quis minístrat, tamquam ex virtúte, quam adminístrat Deus: ut in ómnibus honorificétur Deus per Jesum Christum Dóminum nostrum.
Allelúja, allelúja. [Ps. 16,: 9] Regnávit Dóminus super omnes gentes: Deus sedet super sedes sanctam
suam. Allelúja. [Joann. 14, 18] Non vos relínquam órphanos: vado, et vénio ad vos, et gaudébit cor
vestrum. Allelúja.
+ Sequéntia sancti Evangélii secúndum Joánnem.
Joann. 15, 26-27; 16,1-4
Joann. 15, 26-27; 16,1-4
In
illo témpore: Dixit Jesus discípulis suis: «Cum venerit Parácletus, quem ego
mittam vobis a Patre, Spíritum veritátis, qui a Patre procédit, ille testimónium perhibébit de me: et vos testimónium perhibétis quia ab
inítio mecum estis. Hæc locútus sum vobis, ut non scandalizémini. Absque
synagógis fácient vos: sed venit hora, ut omnis, qui intérficit vos arbitrátur
obséquium se præstáre Deo. Et hæc fácient vobis, quia non novérunt Patrem,
neque me. Sed hæc locútus sum vobis: ut cum vénerit hora eórum reminiscámini,
quia ego dixi vobis.»
Credo.
Offertorium: Ps. 16,
6.
Ascéndit Dóminus in jubilatióne, et Dóminus in voce tubæ, allelúja..
Secreta:
Sacrifícia nos, Dómine, immaculáta puríficent: et méntibus nostris supérnæ grátiæ
dent vigórem. Per Dóminum.
Præfátio de
Ascensione
Vere dignum et iustum est, æquum
et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine sancte, Pater
omnípotens, ætérne Deus: per Christum, Dóminum nostrum. Qui post resurrectiónem
suam ómnibus discípulis suis maniféstus appáruit et, ipsis cernéntibus, est
elevátus in coelum, ut nos divinitátis suæ tribúeret esse partícipes. Et ídeo
cum Angelis et Archángelis, cum Thronis et Dominatiónibus cumque omni milítia
coeléstis exércitus hymnum glóriæ tuæ cánimus, sine fine dicéntes:
Communio: Ps. 1, 21
Pater, cum essem cum eis, ego servábam eos, quos dedísti mihi, allelúja: nunc
autem ad te vénio: non rogo ut tollas eos de mundo, sed ut serves eos ex malo,
allelúja, allelúja.
Postcommunio:
Repléti, Dómine, munéribus sacris: da, quǽsumus, ut in gratiárum semper actióne
maneámus. Per Dominum.
PROPIOS DE LA MISA EN CASTELLANO
Introito. Sal.
26, 7, 8 Y 9.
Escúchame, Señor, que te
llamo, aleluya, en mi corazón yo te dije: busco tu rostro, tu rostro buscaré,
Señor; no me escondas tu rostro, aleluya, aleluya. Salmo.
Sal. 26, 1. - El Señor es mi luz y mi salvación. ¿a quién
temeré? V/. Gloria al Padre.
Oración. - Dios todopoderoso y eterno te pedimos entregarnos a Ti con fidelidad
y servirte con sincero corazón.
Epístola. Pedro
4, 7-11.
Queridos hermanos: Sed
moderados y sobrios, para poder orar. Ante todo, mantened en tensión el amor
mutuo, porque el amor cubre la multitud de los pecados. Ofreceos mutuamente
hospitalidad, sin refunfuñar. Que cada uno con el don que ha recibido, se ponga
al servicio de los demás, como buenos administradores de la múltiple gracia de
Dios. El que toma la palabra, que hable Palabra de Dios. El que se dedica al
servicio, que lo haga en virtud del encargo recibido de Dios. Así, Dios será
glorificado en todo, por medio de Jesucristo, Señor Nuestro.
Aleluya, aleluya. Sal.
46, 9: Jn. 14, 18.
El Señor es Rey de todas
las naciones. Dios se sienta sobre su trono sagrado. Aleluya. No os dejo
huérfanos: me voy, pero volveré y os llenaréis de gozo. Aleluya.
Evangelio. Juan.
15. 26-27: 16, 1-4.
En aquel tiempo dijo
Jesús a sus discípulos: Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el
Padre, el Espíritu de la Verdad, que procede del Padre, Él dará testimonio
de mí: y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis
conmigo. Os he hablado de esto, para que no se tambalee vuestra fe. Os
excomulgarán de la Sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el
que os dé muerte, pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han
conocido ni al Padre ni a mí. Os he hablado de esto para que cuando llegue a
hora, os acordéis de que yo os lo había dicho.
Ofertorio. Sal.
46, 6.
Dios asciende entre
aclamaciones, el Señor al son de trompetas, aleluya.
Secreta.
Este sacrificio santo
nos purifique, Señor, y derrame en nuestras almas la fuerza divina de tu
gracia.
Prefacio de la
Ascensión.-
Realmente es justo y
necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias, siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor: Que
después de su resurrección se apareció visiblemente a todos sus discípulos y,
ante sus ojos, fue elevado al cielo para hacernos compartir su divinidad. Por
eso con los Ángeles y Arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos
sin cesar el himno de tu gloria:
Comunión. Jn.17,
12, 13 y 15.
Padre, mientras estaba
con ellos, yo guardaba a los que Tú me diste, aleluya, pero ahora que voy a Ti,
no pido que los saques del mundo, sino que los guardes de todo mal, aleluya,
aleluya.
Poscomunión.
Alimentados, Señor, con
tus sacramentos, danos vivir en continua acción de gracias.
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