domingo, 24 de mayo de 2020

PROPIOS DE LA SANTA MISA DEL DOMINGO DESPUES DE LA ASCENSIÓN


Domingo después de la Ascensión
II clase, blanco
Gloria, Credo, Prefacio de la Ascensión, comunicantes ordinarios.

EXPLICACIÓN DE LA LITURGIA DEL DÍA
Después de la gloriosa resurrección del Señor y su ascensión triunfal, habiendo pagado ya un precio superabundante y llevado hasta los cielos los despojos arrebatados al infierno, no le quedaba otra cosa que hacer a este ilustre peregrino de la vida sino enviarnos desde allí, para coronar su obra, al Espíritu Santo, digno presente de un soberano tan magnifico. Este Espíritu divino mostraría al mundo los opulentos esplendores del reino celestial, consolaría al corazón triste de los discípulos, robustecería su debilidad, daría a los amados del Señor las prendas de su cariño y, sobre todo, sería testigo del mismo Cristo.
¡Como brilla, Señor, tu magnificencia en tus obras! ¡Magnífico en la muerte, magnífico en la Eucaristía, magnifico en el don del Espíritu Santo! ¿Hay algo más magnífico que entregar a Dios como regalo?
Dios mío, tú eres grande, estas rodeado de esplendor y majestad, revestido de luz como de un manto. Como una tienda tendiste de los cielos (Ps. 103,1-2). Magnífico eres Señor, en los cielos, que te reciben aclamándote revestido de gloria y belleza; pero magnifica es también la luz de que te rodea, los justos y santos que tu Espíritu ha hecho brillar.
El Verbo del Padre subió de la tierra y el Espíritu del Hijo bajo de los cielos. Esencialmente iluminador y vivificador, nos llenará de luz divina. Habló por los profetas y los apóstoles. Unos y otros lo han confesado.
“Descríbase la figura de Elías subiendo al cielo y de su discípulo Eliseo. Contadlo todo ello, porque es una historia hermosa. Examinad detenidamente el doble aspecto de la inteligencia y el poder… No hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu de Dios para que conozcamos los dones que Dios nos ha concedido (1 Cor. 2,12)”.
Cuando venga el Espíritu de Verdad, dará testimonio de mí. Examinemos las tres escuelas donde el Espíritu de Dios da estas lecciones, a saber, las escrituras con su belleza, los predicadores con su doctrina y, finalmente, el mismo Espíritu en nuestras almas.
(De los escritos de Santo Tomas de Villanueva)

PROPIUM MISSAE IN LINGUA LATINA

Introitus: Ps. 26, 7, 8, et 9
Exáudi, Dómine, vocem meam, qua clamávi ad te, allelúja: tibi dixit cor meum, quæsívi vultum tuum: vultum tuum, Dómine requíram: ne avértas fáciem tuam a me, allelúja, allelúja. [Ps. ibid., 1] Dóminus illuminátio mea et salus mea: quem timébo? Glória Patri. Exáudi, Dómine.

Oratio
Omnípotens sempitérne Deus, fac nos tibi semper et devótam génere voluntátem; et majestáti tuæ sincéro corde servíre. Per Dóminum.

1 Petr. 4, 7-11
Léctio Epístolæ beáti Petri Apóstoli.
Caríssimi: Estóte prudéntes, et vigiláte in oratiónibus. Ante ómnia autem mútuam in vosmetípsis caritátem continuam habéntes: quia cáritas óperit multitúdinem peccatórum. Hospitáles ínvicem sine murmuratióne: unusquísque, sicut accépit grátiam in altérutrum illam administrántes sicut boni dispensatóres multifórmis gratiæ Dei. Si quis lóquitur, quasi sermónes Dei: si quis minístrat, tamquam ex virtúte, quam adminístrat Deus: ut in ómnibus honorificétur Deus per Jesum Christum Dóminum nostrum.

Allelúja, allelúja. [Ps. 16,: 9] Regnávit Dóminus super omnes gentes: Deus sedet super sedes sanctam suam. Allelúja. [Joann. 14, 18] Non vos relínquam órphanos: vado, et vénio ad vos, et gaudébit cor vestrum. Allelúja.

+ Sequéntia sancti Evangélii secúndum Joánnem.
Joann. 15, 26-27; 16,1-4
In illo témpore: Dixit Jesus discípulis suis: «Cum venerit Parácletus, quem ego mittam vobis a Patre, Spíritum veritátis, qui a Patre procédit, ille testimónium perhibébit de me: et vos testimónium perhibétis quia ab inítio mecum estis. Hæc locútus sum vobis, ut non scandalizémini. Absque synagógis fácient vos: sed venit hora, ut omnis, qui intérficit vos arbitrátur obséquium se præstáre Deo. Et hæc fácient vobis, quia non novérunt Patrem, neque me. Sed hæc locútus sum vobis: ut cum vénerit hora eórum reminiscámini, quia ego dixi vobis.»

Credo.
Offertorium: Ps. 16, 6.
Ascéndit Dóminus in jubilatióne, et Dóminus in voce tubæ, allelúja..

Secreta:
Sacrifícia nos, Dómine, immaculáta puríficent: et méntibus nostris supérnæ grátiæ dent vigórem. Per Dóminum.


Præfátio de Ascensione

Vere dignum et iustum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine sancte, Pater omnípotens, ætérne Deus: per Christum, Dóminum nostrum. Qui post resurrectiónem suam ómnibus discípulis suis maniféstus appáruit et, ipsis cernéntibus, est elevátus in coelum, ut nos divinitátis suæ tribúeret esse partícipes. Et ídeo cum Angelis et Archángelis, cum Thronis et Dominatiónibus cumque omni milítia coeléstis exércitus hymnum glóriæ tuæ cánimus, sine fine dicéntes:



Communio: Ps. 1, 21
Pater, cum essem cum eis, ego servábam eos, quos dedísti mihi, allelúja: nunc autem ad te vénio: non rogo ut tollas eos de mundo, sed ut serves eos ex malo, allelúja, allelúja.

Postcommunio:
Repléti, Dómine, munéribus sacris: da, quǽsumus, ut in gratiárum semper actióne maneámus. Per Dominum.

PROPIOS DE LA MISA EN CASTELLANO
Introito. Sal. 26, 7, 8 Y 9.
Escúchame, Señor, que te llamo, aleluya, en mi corazón yo te dije: busco tu rostro, tu rostro busca­ré, Señor; no me escondas tu rostro, aleluya, aleluya.  Salmo. Sal. 26, 1. - El Señor es mi luz y mi salvación. ¿a quién temeré?  V/. Gloria al Padre.

Oración. - Dios todopoderoso y eterno te pedimos entregarnos a Ti con fidelidad y servirte con sincero corazón.

Epístola. Pedro 4, 7-11.

Queridos hermanos: Sed moderados y sobrios, para poder orar. Ante todo, mantened en tensión el amor mutuo, porque el amor cubre la multitud de los pecados. Ofreceos mutuamente hospitalidad, sin refunfuñar. Que cada uno con el don que ha recibido, se ponga al ser­vicio de los demás, como buenos administradores de la múltiple gracia de Dios. El que toma la palabra, que hable Palabra de Dios. El que se dedica al servicio, que lo haga en virtud del encargo recibido de Dios. Así, Dios será glorificado en todo, por me­dio de Jesucristo, Señor Nuestro.

Aleluya, aleluya. Sal. 46, 9: Jn. 14, 18.
El Señor es Rey de todas las naciones. Dios se sienta sobre su trono sagrado. Aleluya. No os dejo huérfanos: me voy, pero volveré y os llenaréis de gozo. Aleluya.

Evangelio. Juan. 15. 26-27: 16, 1-4.
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la Verdad, que procede del Padre, Él dará testimonio de mí: y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo. Os he hablado de esto, para que no se tambalee vuestra fe. Os excomulgarán de la Sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte, pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí. Os he hablado de esto para que cuando llegue a hora, os acordéis de que yo os lo había dicho.

Ofertorio. Sal. 46, 6.
Dios asciende entre aclamaciones, el Señor al son de trompetas, aleluya.

Secreta.
Este sacrificio santo nos purifique, Señor, y derrame en nuestras almas la fuerza divina de tu gracia.

Prefacio de la Ascensión.-
Realmente es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias, siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor: Que después de su resurrección se apareció visiblemente a todos sus discípulos y, ante sus ojos, fue elevado al cielo para hacernos compartir su divinidad. Por eso con los Ángeles y Arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Comunión. Jn.17, 12, 13 y 15.
Padre, mientras estaba con ellos, yo guardaba a los que Tú me diste, aleluya, pero ahora que voy a Ti, no pido que los saques del mundo, sino que los guardes de todo mal, aleluya, aleluya.

Poscomunión.
Alimentados, Señor, con tus sacramentos, danos vivir en continua acción de gracias.

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