lunes, 1 de marzo de 2021

COMENZAMOS EL EJERCICIO PIADOSO DEL MES DE MARZO, DEDICADO A NUESTRO PADRE Y SEÑOR SAN JOSÉ DÍA 1: LA GRANDEZA DE SAN JOSÉ


*Nota: La segunda imagen y el texto están tomados del blog 

Como Ovejas sin Pastor (al cual podéis acceder fácilmente clicando aquí

de mi buen amigo Juan Diego Ortega Santana


 Comenzamos el mes de marzo, y la  piedad católica dedica este mes

 al Glorioso Patriarca San José. 

Para ello vamos a meditar durante todo el mes al Santo Patriarca.

 A él le han sido encomendados, de un modo real y misterioso, los Cristianos de todas las épocas, como la Providencia le asignó la custodia y defensa de Jesús y María; salvo a su Santa Esposa María, a ninguna otra criatura podemos dirigir tantas alabanzas como al Glorioso San José al que la Iglesia Católica reconoce como protector y Patrono.



EJERCICIO DEL MES DE MARZO


en Honor del Glorioso Patriarca San José


+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


MEDITACIÓN DIA 1: San José llevó en la Tierra el nombre de Padre de Jesús, tuvo a su cuidado la vida del Dios-Hombre, fue el depositario y guarda la pureza de la Virgen María. El Patriarca San José fue elegido y predestinado, para esos oficios altísimos, por el mismo Dios de la verdad que le confió su tesoro más precioso.


          FRUTO: Hagamos bien hecho lo que debemos hacer.


          INVOCACIÓN: Dame, Glorioso Padre San José, la gracia de conocer el fin para el cual fui creado. Amén!


REZAMOS 1 PADRE NUESTRO Y TRES VECES EL AVE JOSEFINO



ORACIÓN: Dios Todopoderoso, por las oraciones de San José, a quien confiando las primicias de la Iglesia, concede que ella pueda llevar a la plenitud los misterios de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, vuestro Hijo, en la unidad del Espíritu Santo. Amén.


Como conclusión a este Ejercicio, y como buen devoto de San José, es recomendable que acabes este piadoso ejercicio cantando el Himno Salve José 



Salve José amante y tierno Padre, 

salve guardián de nuestro Redentor, 

esposo fiel de su bendita Madre

 y salvador del mismo Salvador. 


Al buen Jesús, pudiste ver sin velo  

y sobre ti, sus miembros reclinó. 

Al hacedor de tierra, mar y cielo 

con cuanto amor, besaste y te besó.


Ninguno fue por Dios tan encumbrado

 cual tú José lo fuiste del Señor.

Tú de Jesús has sido el más amado 

Oh fiel guardián de nuestro Redentor.


Dichoso aquel, José que tú proteges  

y el que con fe te invoca en la aflicción. 

Oh fiel guardián, jamás, jamás nos dejes 

sin tu favor, amparo y protección











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