miércoles, 31 de marzo de 2021

EJERCICIO PIADOSO DEL MES DE MARZO, DEDICADO A NUESTRO PADRE Y SEÑOR SAN JOSÉ DIA 31: EL PODER DE SAN JOSÉ EN EL CIELO Y SU PATROCINIO SOBRE LA IGLESIA (CONSAGRACIÓN A SAN JOSE )

 


*Nota: La segunda imagen y el texto están tomados del blog 

Como Ovejas sin Pastor (al cual podéis acceder fácilmente

clicando aquí

 de mi buen amigo Juan Diego Ortega Santana)

 

EJERCICIO DEL MES DE MARZO 

 

en Honor del Glorioso Patriarca San José

(Consagración a San José) 

 

+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

  MEDITACIÓN DIA 31:  José fue, en la tierra, el depositario del poder de Dios Padre, y no se puede negar que hizo buen uso de ese poder; ¿cómo negarle ahora el premio?

 

     José, en la tierra, cuidó de la vida del divino Hijo, y es cierto que se desempeñó bien de esta incumbencia: ¿cómo le negará ahora el Hijo agradecido qué le pida?

 

     José, en la tierra, fue custodio fidelísimo de María: ¿le negará que esa Señora sea dispensadora de las gracias que pasan por Ella?

 

     Siendo tan grande el poder de San José, recurre a él en todas sus necesidades.

 

     San José, por elección de Dios, fue constituido cabeza y defensor de la Sagrada Familia. ¿Quién mejor que él defenderá a la familia de Cristo, que es la Iglesia? 

 

     Cuidó y guardó a Jesús, fundador de la Iglesia. ¿Quién podría cuidar mejor de la obra de Jesús, la Iglesia?

 

     Como hijos de la Iglesia, somos hijos de San José. Seamos devotos.

 

          FRUTO: Fomentar siempre la devoción a este gloriosísimo Santo.

 

          JACULATORIA: San José, quiero ser siempre vuestro: aceptadme y amparadme.

 

REZAMOS 1 PADRE NUESTRO Y TRES VECES EL AVE JOSEFINO


ACTO DE CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ:  San José, Padre de Dios y Padre nuestro. En presencia de tu hijo Jesús Sacramentado y de María tu Esposa, Mujer del Apocalipsis, Inmaculada de Guadalupe, pongo en tu Corazón todo aquello que soy y tengo, para que lo purifiques y presentes en unión con María y Jesús a Dios Uno y Trino como ofrenda de amor. Con la entrega de mi ser, deseo adorar y alabar a Dios Padre Creador, a Dios Hijo Redentor y a Dios Espíritu Santo Santificador. Asimismo por tu paternal intercesión pido perdón a Dios por mis pecados, ofensas y negligencias y las gracias que necesito para servir con docilidad y prontitud a los deseos divinos para mi vida.

 

   Espero de tu ilimitada capacidad de intercesión ante Dios, como Padre virginal de Jesús, me obtengas:

 

Un espíritu de oración continúa en medio de las circunstancias de mi vida ordinaria, para descubrir en ellas la amabilísima Voluntad de Dios.

La ayuda para que complete en mí lo que falta a las tribulaciones de Cristo en favor de su Iglesia, y así quede yo purificado ante Dios y finalice pronto el tiempo de dura prueba que sufre la Iglesia.

Un aumento de las virtudes sobrenaturales y especialmente de la fe, esperanza y caridad, que me lleve a confiar ilimitadamente, amar y sostener a todos los que me rodean.

El aumento de los dones divinos en especial del don de Sabiduría que forma Amigos de Dios y el don de vivir en la Divina Voluntad que nos lleva a recomponer el amor y gloria debida a Dios en toda la historia

    Asimismo, te pido que en mi caminar por la vida sepa:

 

Dar a la Eucaristía cada día más importancia, adorando, agradeciendo, acompañando y reparando hasta obtener el don de ser transformado yo mismo en Eucaristía viviente

Nacer de nuevo, forjado como hijo espiritual en el Corazón Inmaculado de María tu amadísima Esposa

Ser como niño ante Dios, para ascender con prontitud al Corazón de Dios y recibir su plena inhabitación Trinitaria

Poner la luz de Jesús en el candelero para alumbre a todos los hombres y glorifiquen con sus obras al Padre celestial

Aprender a no juzgar por apariencias y amar a todos como los ama el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María

    Por último, especialmente te pido que en estos tiempos ya cercanos de la nueva Venida de tu Hijo Jesús:

 

Cuides de nuestras familias y reconcilies el corazón de todos los padres con los hijos, de los hijos con los padres y de los esposos entre sí.

Nos hagas comprender, amar y desear las verdades escatológicas referentes al Reino Eucarístico de Cristo, de modo que iluminemos con el conocimiento de las profecías, no seamos engañados por el Maligno, sobrellevemos las circunstancias de la Tribulación y lleguemos a la nueva Tierra en que libres del pecado y de la muerte alabemos por siempre a la Trinidad del Cielo y a la trinidad de la tierra.

  Pongo todos estos deseos en tu Sagrado Corazón y los pido por Jesucristo tu Hijo y Nuestro Señor.

 

  Amen

 

San José, Padre virginal de Jesús. Ruega por nosotros

 

San José, Icono del Padre y Padre de nuestras Familias. Ruega por nosotros.

 

San José, sacerdote Patriarcal y Custodio de Jesús. Ruega por Nosotros

 

San José, Protector de la Santa Iglesia. Ruega por nosotros

 

San José, Custodio de la Eucaristía. Ruega por nosotros

 

San José, Maestro de vida interior. Ruega por nosotros

 

San José, Asunto al Cielo. Ruega por nosotros.

 

San José, Padre de Dios y Padre nuestro. Ruega por nosotros.

 

 

 

 

ORACIÓN FINAL: Oh Dios, que por inefable providencia te dignaste

escoger a San José por esposo de tu Madre Santísima; 

concédenos, te lo pedimos,

que merezcamos tener por intercesor en el cielo,

aquel que veneramos en la tierra como protector.

Vosotros que vivís y reinais por todos 

los siglos de los siglos. Amén.

 

Como conclusión a este Ejercicio, y como buen devoto de San José,

es recomendable que acabes este piadoso ejercicio 

cantando el Himno Salve José 

 

Salve José amante y tierno Padre, 

salve guardián de nuestro Redentor, 

esposo fiel de su bendita Madre

 y salvador del mismo Salvador. 

 

Al buen Jesús, pudiste ver sin velo  

y sobre ti, sus miembros reclinó. 

Al hacedor de tierra, mar y cielo 

con cuanto amor, besaste y te besó.

 

Ninguno fue por Dios tan encumbrado

 cual tú José lo fuiste del Señor.

Tú de Jesús has sido el más amado 

Oh fiel guardián de nuestro Redentor.

 

Dichoso aquel, José que tú proteges  

y el que con fe te invoca en la aflicción. 

Oh fiel guardián, jamás, jamás nos dejes 

sin tu favor, amparo y protección

 

 



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.