viernes, 26 de marzo de 2021

PROPIOS DE LA SANTA MISA DE LOS SIETE DOLORES DE NUESTRA SEÑORA Y CONMEMORACIÓN DEL VIERNES DE LA I SEMANA DE PASIÓN

 



CONMEMORACIÓN DE LOS SIETE  DOLORES DE NUESTRA SEÑORA

II clase, blanco

Estación en San Esteban en Monte Celio

Conmemoración del Viernes de la I Semana de Pasión

 

 

EXPLICACIÓN DE LA LITURGIA DEL DÍA 

 

María estaba en pie junto a la cruz en que Jesús pendía (Ev.) y una espada de dolor traspasó su alma, según lo tenía predicho Simeón (Or. Sec.) María “ve a su dulce Hijo desolado y en medio de mortales angustias, y recoge su último suspiro” (Sec.). La compasión que su maternal corazón siente junto a la cruz, le ha merecido la palma del martirio, sin la muerte” (Com.).

María nos engendró a la vida sobrenatural en el Calvario. Somos hijos de su dolor. Pues “no nos olvidemos de los gemidos de nuestra Madre”, antes procuremos ser fervientes devotos suyos y meditar a menudo sus dolores que la acompañaron toda su vida.

Esta fiesta la celebraban con gran pompa los Servitas ya en el siglo XVII y fue extendida por el Papa Pío VII en 1817 a toda la Iglesia, en memoria de los sufrimientos infligidos a la Iglesia y a su jefe visible por Napoleón I, y en acción de gracias a la Madre de Dios, cuya intercesión les había dado fin. El Evangelio de la misa nos recuerda el momento más doloroso de la vida de María, así como su inquebrantable firmeza.

 

 

 PROPIOS DE LA MISA DEL DÍA (Latín y Castellano)

 

INTROITO Juan 19, 25

Stabant juxta Crucem Jesu mater ejus, et soror matris María Cléophæ, et Salóme, et María Magdaléne. [Ibid. 26, 27] «Múlier, ecce fílius tuus:» dixit Jesus; ad discípulum autem: «Ecce mater tua.». V/.  Stabant juxta Crucem Jesu...

 

Estaban junto a la cruz de Jesús, su Madre, y la hermana de su Madre María de Cleofás y Salomé y la María Magdalena. V/. Mujer, ahí tienes a tu hijo ; dijo Jesús, y al discípulo: Ahí tienes a tu Madre. V/. Estaban junto a la cruz de Jesús, su Madre…

 

COLECTA 

Deus, in cujus passióne, secúndum Simeónis prophetíam, dulcíssimam ánimam gloriósæ Vírginis et Matris Maríæ dolóris gládius pertransívit: concéde propítius; ut, qui transfixiónem ejus et passiónem venerándo, recólimus, gloriósis méritis et précibus ómnium Sanctórum Cruci fidéliter astántium intercedéntibus, passiónis tuæ efféctum felícem consequámur: Qui vivis et regnas cum Deo Patre in unitate Spritus Sancti Deus, per omnia saecula saeculorum. Amén.

 

Oh Dios, en cuya pasión fue traspasada de dolor el alma dulcísima de la gloriosa Virgen y Madre María, según se lo había profetizado ya Simeón; concédenos propicio, que cuantos veneramos su transfixión y sus dolores, consigamos por los gloriosos méritos, súplicas e intercesión de todos los santos fieles en perseverar junto a la Cruz, el efecto feliz de tu Pasión. Que vives y reinas con Dios Padre, en la unidad del Espíritu Santo, y eres Dios por los siglos de los siglos. Amén.

 

Conmemoración del Viernes de la I Semana de Pasión

 

CÓRDIBUS nostris, quaésumus, Dómine, grátiam tuam benígnus infúnde: ut peccáta nostra castigatióne voluntária cohibéntes, temporáliter pótius macerémur, quam supplíciis deputémur aetérnis. Per Dóminum nostrum Jesum Christum, Fílium tuum: Qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti Deus, per omnia saecula saeculorum. Amén.

 

Te suplicamos, Señor, que infundas benignamente tu gracia en nuestros corazones; a fin de que, refrenando nuestros pecados con asperezas voluntarias, prefiramos mortificarnos en esta vida para librarnos de los eternos castigos. Por nuestro Señor Jesucristo, Tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo, Dios,  por los siglos de los siglos. Amén.

 

 

EPISTOLA  Judith 13, 17-20

Léctio libri Judith.

Benedíxit te Dóminus in virtúte sua, quia per te ad níhilum redégit inimícus nostros. Benedícta es tu fília a Dómino Deo excélso, præ ómnibus muliéribus super terram. Benedíctus Dóminus, qui creávit cælum et terram: quia hódie nomen tuum ita magnificávit, ut non recédat laus tua de ore hóminum, qui mémores fúerint virtútis Dómini in ætérnum, pro quibus non pepercísti ánimæ tuæ propter angústias et tribulatiónem géneris tui, sed subvenísti ruínae ante conspéctum Dei nostri.

 

 

 

Lectura del libro de Judit.

¡Bendito seas, Dios nuestro, que has aniquilado el día de hoy a los enemigos de tu pueblo!» «¡Bendita seas, hija del Dios Altísimo más que todas las mujeres de la tierra! Y bendito sea Dios, el Señor, Creador del cielo y de la tierra, que ha engrandecido tu nombre,  y  tu alabanza no faltará en la boca de los hombres, que recordarán la fuerza de Dios eternamente, porque no vacilaste en exponer tu vida a causa de la humillación de nuestra raza, al hacer cesar nuestra ruina ante nuestro Dios.»

 

GRADUAL

Dolorósa et lacrimábilis es, Virgo María, stans juxta crucem Dómini Jesu Fílii tui Redemptóris. v. Virgo Dei Génitrix, quem totus non capit orbis, hoc crucis fert supplícium, auctor vitæ factus homo.

 

Dolorosa y llorosa, oh Virgen María, estás al pie de la cruz del Señor Jesús tu Hijo, el Redentor. V/. ¡Oh Virgen Madre de Dios! Aquel a quien el mundo entero no puede contener, el Autor de la vida hecho hombre, sufre este suplicio de la cruz.

 

 

TRACTO Salmo 24, 17-18. 1-4

 

Stabant sancta María cæli Regina, et mundi Dómina, juxta Crucem Dómini nostri Jesu Christi dolorósa. V/. O vos omnes, qui transítis per viam, atténdite, et vidéte si est dolor sicut dolor meus.

 

Estaba Santa María, Reina del cielo y Señora del mundo, dolorosa junto a la cruz de nuestro Señor Jesucristo. V/. Oh todos vosotros que pasáis por el camino, mirad y ved, si hay dolor como mi dolor.

 

SECUENCIA

1.    Stabat Mater dolorósa

juxta Crucem lacrimósa,

dum pendébat Fílius.

2.    Cuius ánimam geméntem,

contristátam et doléntem

pertransívit gládius.

3.    O quam tristis et afflícta

fuit illa benedícta,

mater Unigéniti!

4.    Quæ mærébat et dolébat,

pia Mater, dum vidébat

nati pœnas ínclyti.

5.    Quis est homo qui non fleret,

matrem Christi si vidéret

in tanto supplício?

6.    Quis non posset contristári

Christi Matrem contemplári

doléntem cum Fílio?

7.    Pro peccátis suæ gentis

vidit Jesum in torméntis,

et flagéllis súbditum.

8.    Vidit suum dulcem Natum

moriéndo desolátum,

dum emísit spíritum.

9.    Eia, Mater, fons amóris

me sentire vim dolóris fac,

ut tecum lúgeam.

10Fac, ut árdeat cor meum

in amándo Christum Deum

ut sibi compláceam.

11 Sancta Mater, istud agas,

crucifixi fige plagas

cordi meo válide.

1Tui Nati vulneráti,

tam dignáti pro me pati,

pœnas mecum dívide.

1Fac me tecum pie flere,

crucifixo condolére,

donec ego víxero.

14Juxta Crucem tecum stare,

et me tibi sociáre

in planctu desídero.

15. Virgo vírginum præclára,

mihi iam non sis amára:

fac me tecum plángere.

16. Fac, ut portem Christi mortem, passiónis fac consórtem,

et plagas recólere.

17. Fac me plagis vulnerári,

fac me Cruce inebriári,

et cruóre Fílii.

18. Flammis ne urar succénsus,

per te, Virgo, sim defénsus

in die judícii.

19. Christe, cum sit hinc exíre,

da per Matrem me veníre

ad palmam victóriæ.

20. Quando corpus moriétur,

fac, ut animæ donétur

paradísi glória. Amen. 

 

1.    Estaba la Madre dolorosa

junto a la Cruz, lacrimosa,

mientras pendía el Hijo.

2.    Cuya ánima gimiente,

contristada y doliente

atravesó la espada.

3.    ¡Oh cuán triste y afligida

estuvo aquella bendita

Madre del Unigénito!.

4.    Languidecía y se dolía

la piadosa Madre que veía

las penas de su excelso Hijo.

5.    ¿Qué hombre no lloraría

si a la Madre de Cristo viera

en tanto suplicio?

6. ¿Quién no se entristecería a la Madre 

contemplando con su doliente Hijo?

7. Por los pecados de su gente vio a Jesús 

en los tormentos y doblegado por los azotes.

8.    Vio a su dulce Hijo

muriendo desolado

al entregar su espíritu.

9. Ea, Madre, fuente de amor, 

hazme sentir tu dolor, contigo quiero llorar.

10. Haz que mi corazón arda

en el amor de mi Dios

y en cumplir su voluntad.

11. Santa Madre, yo te ruego

que me traspases las llagas

del Crucificado en el corazón.

12. De tu Hijo malherido

que por mí tanto sufrió

reparte conmigo las penas.

13. Déjame llorar contigo

condolerme por tu Hijo

mientras yo esté vivo.

14. Junto a la Cruz contigo estar y contigo asociarme

en el llanto es mi deseo.

15.        Virgen de Vírgenes preclara no te amargues ya conmigo, déjame llorar contigo.

16.  Que llore la muerte de Cristo, hazme socio de su pasión, que me quede con sus llagas.

17.  Que me hieran sus llagas, que con la Cruz  y la sangre de tu Hijo me embriague.

18.  Para que no me queme en las llamas, defiéndeme tú, Virgen santa, en el día del juicio.

19. Cuando, Cristo, haya de irme, concédeme que tu Madre me guíe a la palma de la victoria

20. Cuando el cuerpo sea muerto, haz que al ánima sea dada del Paraíso la gloria. Amén.

 

 

 

EVANGELIO Juan 19, 25-27

Sequéntia sancti Evangélii secúndum Joánnem.

In illo témpore: Stabant juxta crucem Jesu mater ejus, et soror matris ejus María Cléophæ, et María Magdaléne. Cum vidísset ergo Jesus matrem, et discípulum stantem, quem diligébat, dicit matri suæ: "Múlier, ecce fílius tuus." Deínde dicit discípulo: "Ecce mater tua." Et ex ílla hora accépit eam discípulus in sua.

 

Lectura del Santo Evangelio según san Juan

En aquel tiempo; Estaban junto a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María la Magdalena. Viendo, pues, Jesús, a su Madre, y junto a ella al discípulo amado, dice a su madre: Mujer, he ahí a tu hijo. Luego dice al discípulo: He ahí a tu madre. Y desde aquella hora la  recibió el discípulo en su casa.

 

 

OFERTORIO  Salmo 108, 30-31

Recordáre, Virgo Mater Dei, dum stéteris in conspéctu Dómini, ut loquáris pro nobis bona, et ut avértat indignatiónem suam a nobis.

 

 Acuérdate, Virgen Madre de Dios, cuando te halles en presencia del Señor e intercede por nosotros, para que aparte su indignación

 

 

 

SECRETA

Offérimus tibi preces et hóstias, Dómine, Jesu Christe, humíliter supplicántes: ut, qui Transfixiónem dulcíssimi spíritus beátæ María Matris tuæ précibus recensémus; suo suorúmque sub Cruce Sanctórum, consórtium multiplicáto piíssimo intervéntu, méritis mortis tuæ, méritum cum beátis habeámus: Qui vivis et regnas cum Deo Patre in unitáte Spíritus Sancti, Deus, per ómnia sæcula sæculórum. Amen.

 

Te ofrecemos, Señor nuestro Jesucristo, estas hostias y oraciones, suplicándote humildemente que los que en nuestras oraciones recordamos la transfixión del dulcísimo espíritu de tu Santa Madre María, consigamos la recompensa de los bienaventurados, por los méritos de tu muerte y por piadosísima y múltiple intercesión de tu Madre y la de todos santos que al pie de la cruz le acompañaron. Que vives y reinas con Dios Padre, en la unidad del Espíritu Santo, y eres Dios por los siglos de los siglos. Amén

 

 

Conmemoración del Viernes de la I Semana de Pasión

 

PRAESTA nobis, miséricors Deus: ut digne tuis servíre semper altáribus mereámur ; et eórum perpétua participatióne salvári. Per Dóminum nostrum Jesum Christum, Fílium tuum: Qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti Deus, per omnia saecula saeculorum. Amén.

 

Concédenos, oh Dios misericordioso, que merezcamos servir siempre dignamente a tus altares y salvarnos con la continua participación en el sacrificio. Por nuestro Señor  Jesucristo, Tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo, Dios,  por los siglos de los siglos. Amén.



PREFACIO DE LA VIRGEN MARÍA


V. Dóminus vobíscum.

R. Et cum spíritu tuo.

V. Sursum corda.

R. Habémus ad Dóminum.

V. Grátias agámus Dómino, Deo nostro.

R. Dignum et iustum est.

Vere dignum et iustum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus: Et te in transfixione beátæ Maríæ semper Vírginis collaudáre, benedícere, et predicáre. Quæ et Unigénitum tuum Sancti Spíritus obumbratióne concépit: et virginitátis glória permanénte lumen ætérnum mundo effúdit, Jesum Christum Dóminum nostrum. Per quem majestátem tuam laudant Angeli, adórant Dominatiónes, tremunt Potestátes. Cæli cælorúmque Virtútes, ac beáta Séraphim, sócia exsultatióne concélebrant. Cum quibus et nostras voces, ut admítti júbeas deprecámur, súpplici confessióne dicéntes:

 

V. El Señor sea con vosotros.

  R. Y con tu espíritu.

V. Levantad vuestros corazones.

R. Los hemos elevado al Señor.

V.   Demos gracias al Señor nuestro Dios.

R.   Es digno y justo

En verdad es digno y justo, equitativo y saludable que en todo tiempo y lugar demos gracias, Señor Santo, Padre omnipotente, Dios eterno y alabarte y bendecirte y glorificarte en la transfixión de la bienaventurada siempre Virgen María que concibió a tu Unigénito Hijo por obra del Espíritu Santo y permaneciendo intacta la gloria de su virginidad dio al mundo la luz eterna, Jesucristo Nuestro Señor. Por quien los Ángeles alaban a tu majestad, las dominaciones la adoran, tiemblan las potestades, los cielos y las virtudes de los cielos, y los bienaventurados serafines la celebran con igual júbilo. Te rogamos que con sus alabanzas recibas también las nuestras cuando te decimos con humilde confesión.

 

 

ANTÍFONA DE COMUNIÓN    

Felíces sensus beátæ Maríæ Vírginis, qui sine morte meruérunt mártyrii palmam sub cruce Dómini..

Felices los sentidos de la Santísima Virgen María que sin morir merecieron la palma del martirio bajo la cruz del Señor.

 

 

ORACIÓN POSTCOMUNIÓN

Sacrifícia, quæ súmpsimus Dómine Jesu Christe, Transfixiónem Matris tuæ et Vírginis devóte celebrántes: nobis ímpetrent apud cleméntiam tuam omnis boni salutáris efféctum:  Qui vivis et regnas cum Deo Patre in unitáte Spíritus Sancti, Deus, per ómnia sæcula sæculórum. Amen.

Haz, Señor, que los sacramentos que acabamos de recibir celebrando devotamente la transfixión de tu Madre la Virgen María, nos alcancen de tu bondad todo linaje de saludable efectos. Tú que vives y reinas con Dios Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios, por los siglos de los siglos. Amén.


 

Conmemoración del Viernes de la I Semana de Pasión


SUMPTI sacrifícii, Dómine, perpétua nos tuítio non derelínquat: et nóxia semper a nobis cuncta depéllat. Per Dóminum nostrum Jesum Christum, Fílium tuum: Qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti Deus, per omnia saecula saeculorum. Amén.


No nos abandone, oh Señor, la continua protección del sacrificio recibido, y aparte siempre de nosotros todos los males. Por nuestro Señor  Jesucristo, Tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo, Dios,  por los siglos de los siglos. Amén.






SOBRE EL PUEBLO


Orémus. Humiliáte cápita vestra Deo. 

CONCÉDE, quaésumus, omnípotens Deus: ut, qui protectiónis tuae grátiam quaérimus, liberáti a malis ómnibus, secúra tibi mente serviámus. Per Dóminum nostrum Jesum Christum, Fílium tuum: Qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti Deus, per omnia saecula saeculorum. Amén.



Oremos. Humillad ante Dios vuestras cabezas

Te suplicamos, Dios todopoderoso, nos concedas que los que buscamos la gracia de tu protección, libres de todos los males, te sirvamos con entera libertad. Por nuestro Señor Jesucristo, Tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo, Dios,  por los siglos de los siglos. Amén.


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