martes, 6 de diciembre de 2022

NOVENA EN HONOR A LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA SANTÍSIMA, PATRONA DE ESPAÑA: DÍA 8

 


NOVENA EN HONOR A LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA SANTÍSIMA (DÍA 8)

Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor  Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.
  
ACTO DE CONTRICIÓN
Pésame, Señor, de todo corazón de haberos ofendido por ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, y propongo firmemente la enmienda.

ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS
Soberana Señora, Emperatriz de los Cielos y tierra, Estrella refulgente del mar, que fija en los candores de vuestra Inmaculada pureza diriges los errados navegantes, hijos de Adán. Yo el más indigno de todos ellos, me postro ante tu Sagrada Imagen, venerándote en el primer instante de tu Purísima Concepción, desde el cual fuiste escogida para Madre de Dios y Virgen Purísima, y te suplico en esta novena, que consagro a tus aras, que te dignes de ser mi Madre, pues lo eres de todos los miserables hijos de Adán; y me alcances del trono de la Beatísima Trinidad pureza de intención y conformidad con su santísima voluntad, para que por vuestra santísima intercesión sean mis súplicas oídas de su piedad; y en especial, Señora, se digne concederme el remedio de esta especial necesidad que os manifiesta mi corazón, lo que con gran confianza espero de vuestras piedades para que, una vez conseguida, te rinda en esta vida las gracias, hasta que logre congratularte en la gloria eternamente. Amén.


DÍA OCTAVO - 6 DE DICIEMBRE

MEDITACIÓN: «Reina concebida sin pecado original» (Invocación añadida por Pío IX a la Letanía Lauretana).

Esta ciudad mística de María Santísima, dice el Evangelista, «tenía un alto y grande muro». Contemplad, almas. cómo son altísimos los misterios que en esta mística Ciudad, María Santísima, están encerrados, y para conocer algunos, consideremos cómo cuando en el primer instante de su Concepción se le manifestó la Divinidad en aquel modo (que queda dicho en el día sexto de la Novena), entonces la Beatísima Trinidad, como renovando los antiguos Decretos de engrandecerla, hizo un acuerdo, y como contrato con esta Señora (aunque no se lo dio a conocer por entonces), pero fue como confiriéndolo entre sí las tres Divinas Personas, y fue en esta forma: «A la dignidad que damos a esta pura criatura de Esposa nuestra, y Madre del Verbo que ha de nacer de ella, es consiguiente y debido constituirla Reina y Señora de todo lo creado, y sobre los dones y riquezas de nuestra Divinidad que para sí misma la dotamos y concedemos, es conveniente darle autoridad para que tenga mano en los tesoros de nuestras misericordias infinitas, para que de ellos pueda distribuir y comunicar a su voluntad las gracias y favores necesarios a los mortales, señaladamente a los que como hijos y devotos suyos la invocaren, y que pueda enriquecer a los pobres, remediar a los pecadores, engrandecer a los justos, y ser universal amparo de todos. Y para que todas las criaturas la reconozcan por su Reina, Superiora y depositaria de nuestros bienes infinitos con facultad de poderlos dispensar, le entregaremos las llaves de nuestro pecho y voluntad, y será en todo la Ejecutora de nuestro beneplácito con las criaturas. Darémosle a más de esto, el dominio y potestad sobre el dragón, nuestro enemigo, y todos sus aliados los demonios, para que teman su presencia y su nombre, y con él se quebranten y desvanezcan sus engaños, y que todos los mortales que se se acogieren a esta ciudad de refugio se hallen ciertos y seguros, sin temor de los infernales espìritus y sus falacias». Consideremos por último, cómo sin manifestarle este decreto al Alma de María Santísima en aquel instante primero le manda el Señor que orase con afecto; y que pidiese la eterna salud, y en especial por los que a ella se encomendasen en el discurso de su vida, y le ofreció la Beatísima Trinidad, que en aquel rectísimo Tribunal nada le será  negado. Bendita seais para siempre.


ORACIÓN PARA EL DÍA OCTAVO

¡Oh Soberana Reina de los Ángeles! Señora universal de todas las criaturas, tesorera y depositaria de las piedades: humildemente postrado a vuestros santísimos pies todos vuestros devotos, y en especial todos los pecadores, os damos eternos parabienes de los especiales privilegios y singulares mercedes con que os enriqueció la Beatísima Trinidad desde el instante primero y graciosísimo de vuestra Purísima Concepción, y os suplicams rendidos nos concedáis misericordiosa el especial favor que en esta Novena representamos, pues en tus manos puso el Altísimo la dispensación de todos los bienes; enriqueced nuestras almas con todas las virtudes de que necesitamos de que necesitamos para servir a vuestro Santísimo Hijo, y adelantar vuestros cultos, y no permitáis, Señora, que en esta Novena muera alguno en pecado mortal, para que sean todos vuestros ruegos aceptados a los Divinos ojos, y viviendo en su gracia, logremos por tu intercesión, la Gloria. Amén.


A continuación, rezamos las siguientes invocaciones: 

1. Ave María Santísima, Señora nuestra, llena de gracia, inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen. Por esta infinita dignidad e incomparable prerrogativa vuestra, y por el singular privilegio de vuestra purísima Concepción, os suplico, que pues el Padre, como a Hija suya, os hizo poderosísima, que en vida y en muerte me libréis del poder del Demonio. Amén. Ave María 

2. Ave María Santísima, Señora nuestra, llena de gracia, inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen. Por esta infinita dignidad e incomparable prerrogativa vuestra, y por el singular privilegio de vuestra purísima Concepción, os suplico, que pues el Hijo, como a Madre suya, os hizo sapientísima, que me alcancéis de su Divina Majestad una Fe constante y una esperanza firme, y que ni en vida ni en muerte me pueda pervertir alguna ignorancia o error. Amén. Ave María 

3.Ave María Santísima, Señora nuestra, llena de gracia, inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen. Por esta infinita dignidad e incomparable prerrogativa vuestra, y por el singular privilegio de vuestra purísima Concepción, os suplico, que pues el Espíritu Santo, como a Esposa suya, os enriqueció de una caridad inmensa, me alcancéis que mi corazón perpetuamente se abrase en el fuego del amor divino. Amén. Ave María 

4. Ave María Santísima, Señora nuestra, llena de gracia, inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen. Por esta infinita dignidad e incomparable prerrogativa vuestra, y por el singular privilegio de vuestra purísima Concepción, os suplico, que pues la Santísima Trinidad os hizo templo suyo, sustentado sobre las columnas de las más sólidas virtudes, que me alcancéis de su Divina Majestad que participando de vuestras virtudes, sea yo vivo templo suyo en tiempo y eternidad. Amén. Ave María


ORACION FINAL 

Antífona: Esta es la vara en la cual no hubo ni el nudo del pecado original, ni la corteza de la culpa actual.

℣. En tu Concepción, oh Virgen, fuiste Inmaculada;
℟. Ruega por nosotros al Padre, cuyo Hijo diste a luz.

ORACIÓN
¡Oh, Dios!, que por la Inmaculada Concepción de la Virgen preparaste digna morada para tu Hijo; rogámoste que, así como preservaste a Ella de toda mancha por la muerte prevista de tu mismo Hijo, así también nos concedas que, mediante su intercesión, lleguemos limpios de toda culpa a tu presencia. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

℣.Ave María purísima
℟. Sin pecado concebida

En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.

  
Como buen devoto de María Santísima es muy conveniente que acabes este Ejercicio piadoso con un canto a la Santísima Virgen. Desde este blog te recomiendo los siguientes.



Este en lengua latina ( cantado por el coro Harpa Dei)




O bien este en lengua castellana



 




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